[2][3][4] Fue contemporáneo de Leon Battista Alberti, Ghiberti, Donatello y Masaccio.
Fue un elemento clave de la pintura renacentista, pues es la representación que más se aproxima a la visión real, al ser muy similar a la imagen que percibimos de los objetos.
Quedó en segundo lugar, por no ceñirse a las bases y hacer un altar que parece estar llevado por el asno, además, el rostro de Abraham aparecía con expresión irritada; este hecho hizo que se inclinase por la arquitectura en exclusiva.
Está construida sobre un tambor poligonal de fábrica, que más adelante se recubriría con mármoles, en el cual se abrieron óculos circulares, que proporcionan iluminación cenital al interior del crucero.
Brunelleschi busca en esta iglesia fundamentalmente dos aspectos: La Basílica del Espíritu Santo es de estilo similar.
En las enjutas de los arcos hay tondos o medallones con figuras blancas (bebés que piden) sobre fondo azul.