Del antiguo cementerio paleocristiano, la iglesia conserva algunas lápidas escritas en griego: ya en el siglo II residían en la zona algunos mercaderes sirios que llevaron el culto cristiano a la ciudad.
Del año 1055 es la primera mención documental a un monasterio anexo de monjes benedictinos.
El resultado fue un edificio más grandioso y majestuoso, que reflejaba la influencia de la Contrarreforma en la arquitectura religiosa italiana.
El presbiterio, en particular, es un ejemplo de arquitectura barroca, con elementos como columnas torsas y ornamentos ricamente decorados.
La influencia que esta poseía se debía a su ubicación y planteamiento contra la reforma protestantes, como parte de la respuesta católica a la Reforma Protestante y la consolidación del poder eclesiástico en la región.