Gertrudis Magna
La editora que los ordenó permanece en el anonimato, y se llama a sí misma "redactora" (redactrix).Son siete ejercicios, que responden a los momentos más importantes de la vida de una monja: bautismo, conversión, consagración virginal, profesión monástica, alabanza divina y muerte, entendida como encuentro con el divino Esposo.Ningún manuscrito medieval de los Exercitia Spiritualia ha llegado a nuestros días.La presencia de la Virgen María también es importante, pero su mariología se integra por completo en su cristología.Quizá este sea el rasgo que más llamó la atención a sus lectores.Gertrudis se siente soberanamente libre confiando plenamente en el amor y la misericordia de Cristo.Ello la hizo ser e intrépida, manifestándolo por ejemplo en su práctica de comulgar siempre que podía, algo impensable para su tiempo, por las oraciones, ayunos y ejercicios necesarios para prepararse.Sus escritos y espiritualidad pasaron desapercibidos hasta 1536 en que los cartujos de Colonia imprimieron el Heraldo.Por tal éxito, y al desconocerse su apellido, empezó a ser llamada Gertrudis la Grande o Magna.Suele llevar en las manos un báculo de abadesa (aunque nunca lo fue); y en algunas ocasiones un libro, en referencia a su actividad como escritora.Por los pecadores en la iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia, amén."