Gea

[6]​ Otros estudiosos creen que debe imponerse la grafía Tierra en vez de Gea o Gaia.

[11]​En algunas fuentes Gea tienen otras denominaciomes, especialmente en cuanto a su descendencia, como Ctonia (Χθών, Chthón, la «Tierra», refiriéndose más concretamente a su relación con el suelo y el subsuelo),[12]​ Titea (como consorte de Curete; «titán» sería entonces un matronímico)[13]​ o incluso Tártara (consorte de Tártaro).

Tan sólo unas pocas fuentes nos hablan de algunos primordiales que engendraron a Gea, aunque estas versiones son oscuras o muy tardías.

[18]​ O bien la parte superior del huevo cósmico formó al Cielo (Urano) y la inferior a la Tierra (Gea).

Urano escondió a cíclopes y hecatónquiros en el Tártaro para que no vieran la luz, regocijándose de su maldad.

De su hijo Ponto tuvo a las deidades marinas Nereo, Taumante, Forcis, Ceto y Euribia.

[35]​ Por otra parte, se cuenta que cuando el oráculo pertenecía a Temis, Apolo mató a Pitón, que era hija de Gea y custodiaba ese lugar y así se apoderó del oráculo.

[128]​ La forma combinatoria de ge γεω- (geo-) se usa en el griego antiguo[129]​ y en palabras modernas tales como geografía, geología, geometría, etcétera.

[135]​ Otras palabras griegas que significan ‘tierra’ son ἄρουρα (aroura), del verbo griego αρόω (aroō), ‘arar’[136]​ y χθών (chthon),[137]​ que normalmente alude al interior del suelo, de la raíz protoindoeuropea *dhgem.

La separación que Hesíodo hizo de Rea y Gea no fue seguida rigurosamente, ni siquiera por los propios mitógrafos griegos.

Mitógrafos modernos como Károly Kerényi o Carl A. P. Ruck y Danny Staples, así como una generación anterior influenciada por La rama dorada de James Frazer, interpretan que las diosas Deméter la «madre», Perséfone la «hija» y Hécate la «vieja», como las entendían los griegos, eran tres aspectos de una Gran Diosa anterior, que podría ser identificada con Rea o con la propia Gea.

En Anatolia (la actual Turquía) Rea era conocida como Cibeles, una diosa derivada de la Kubaba mesopotámica, la Kebat hurrita o Kepa.

Los griegos nunca olvidaron que el antiguo hogar de la Madre Montaña era Creta, donde una figura en parte identificada con Gea había sido venerada como Potnia Theron (Πωτνια Θερων), la ‘Señora de los Animales’, o simplemente Potnia, la ‘Señora’, un apelativo que podría ser aplicado en textos griegos anteriores a Deméter, Artemisa o Atenea.

En Roma la diosa frigia importada Cibeles fue venerada como Magna Mater, la ‘Gran Madre’, o como Mater Nostri, ‘Nuestra Madre’, e identificada con Ceres, la diosa romana de la agricultura que era aproximadamente equivalente a la griega Deméter, pero con diferentes aspectos y adorada con diferentes cultos.

La propia Tierra se considera un organismo con funciones autorregulatorias y que modifica activamente su composición interna para asegurar su supervivencia.

Gea, por Anselm Feuerbach (1875). Fresco del techo de la Academia de Bellas Artes de Viena.
Nacimiento de Erictonio : Atenea recibe al niño de manos de la madre tierra Gea. Hefesto contempla la escena. Cara A de un estamno ático de figuras rojas, 470-460 a. C.