Tifón (mitología)

En la mitología griega, Tifón,[1]​ Tifeo,[2]​ Tifoeo[3]​ o Tifaón[4]​ (en griego antiguo Τυφών Typhôn, Τυφάων Typhaôn, Τυφωεύς Typhôeus o Τυφώς Typhôs, de τῦφος typhos, ‘humo’; en latín Typhon) es una divinidad primitiva relacionada con los huracanes.

Inicialmente, Tifón dominó a Zeus y arrancó sus tendones, pero estos fueron recuperados por Hermes y devueltos al cuerpo de su dueño; tras ello, Zeus procedió a luchar con Tifón una vez más hasta derrotarle.

Según las descripciones, Tifón era un colosal y espeluznante monstruo alado: su estatura era tal que podía alcanzar las estrellas.

Luego Hera encargó el cuidado del bebé Tifón a la serpiente Pitón para que lo criara.

Posteriormente Hermes y Egipán robaron los tendones de la cueva, donde estaban custodiados por la dragona Delfina.

Tifón es pues la figuración ctónica de las fuerzas volcánicas, como Hefesto es la manifestación olímpica.

[30]​ Por sí mismo Tifón fue el padre de los peligrosos vientos cálidos (Ἀνέμοι θύελλαι, anémoi thúellai);[31]​ del griego typhein, ‘echar humo’, por lo que es considerado como una posible etimología para la palabra «tifón», supuestamente tomada por los persas como طوفان Tufân y por los árabes para incluir las tormentas ciclónicas del Océano Índico.

Sin embargo, Zeus se enfrenta a un adversario final, Tifón, al que derrota rápidamente.

[45]​ Pitón también estaba quizás conectado con una cueva Coricia diferente a la de Cilicia, ésta ubicada en las laderas del Parnaso sobre Delfos.

Tifón en un mural etrusco .