[1] La costa de África Occidental pudo haber sido explorada por Hannon el Navegante en una expedición alrededor del año 500 a. C.[2] El informe de este viaje sobrevive en un breve Periplus en griego, que fue citado por primera vez por autores griegos en el siglo III a. C.[3]: 162–3 Existe cierta incertidumbre sobre hasta dónde llegó exactamente Hannon; es posible que haya navegado hasta Sierra Leona, Guinea o incluso Gabón.
[5] «África» lleva el nombre del pueblo afri que se asentó en el área de la actual Túnez.
Sin embargo, los romanos nunca parecen haber explorado el Sahara mismo, o las tierras al sur de este, más que en aisladas expediciones.
[7] El infante portugués Enrique, conocido como el Navegante, fue el primer europeo en acometer la exploración metódica de África y la ruta oceánica hacia las Indias.
Desde su residencia en la región del Algarve, en el sur de Portugal, patrocinó sucesivas expediciones para circunnavegar África y llegar a la India.
En 1342 los catalanes organizaron una expedición capitaneada por Francesc Desvalers a las Islas Canarias que zarparon de Mallorca.
Fue la primera vez que el oro semidmítico de Sudán llegó a Europa sin la mediación musulmana.
El papa Alejandro VI decretó la bula Inter caetera, dividiendo las partes no cristianas del mundo entre las dos potencias católicas rivales, España y Portugal.
Finalmente, en los años 1497 a 1498, Vasco da Gama, nuevamente con Alenquer como piloto, tomó una ruta directa al Cabo de Buena Esperanza, vía Santa Elena.
Egipto y Venecia reaccionaron a esta noticia con hostilidad; del Mar Rojo, atacaron conjuntamente los barcos portugueses que comerciaban con India.
Los portugueses también establecieron sus intereses comerciales en el Reino de Mutapa en el siglo XVI, y en 1629 colocaron un gobernante títere en el trono.
Sin embargo, un Reino de Kongo disminuido todavía existiría hasta 1885, cuando el último Manicongo, Pedro V, cedió su dominio casi inexistente a Portugal.
Por último, los neerlandeses tuvieron presencia en África del Sur, una zona ignorada por Portugal que decidieron utilizar como escala en la ruta a Asia.
Casi al mismo tiempo que los neerlandeses, otras potencias europeas intentaron crear sus propios puestos avanzados para la trata de esclavos africanos.
Las llamadas islas afortunadas bajo el mando los Reyes Católicos terminaron siendo un enclave estratégico para la Monarquía Hispánica en el descubrimiento de América, hito universal que dio lugar a la globalización.
Ya en 1530, los aventureros mercantes ingleses comenzaron a comerciar en África occidental, entrando en conflicto con las tropas portuguesas.
Francia también puso sus ojos en Madagascar, la isla que había sido utilizada desde 1527 como una parada en los viajes a la India.
Las islas debían servir para el comercio de esclavos y se pretendía utilizarlas como escala en una futura ruta desde las Filipinas.
Construyeron un pequeño fuerte, con una guarnición de diez hombres, y declararon la bahía como colonia austríaca, la expedición siguió a la India.
En 1783, el aventurero Moritz Benjowski propuso a la corte vienesa que invadiera Madagascar bajo la bandera austríaca, pero no recibió ningún apoyo financiero o militar para su negocio, salvo palabras benévolas.
En su lugar, se centraron en la trata de esclavos, que solo requería bases costeras y artículos para comerciar.
La ocupación de Egipto (1798-1803), primero por Francia y luego por Gran Bretaña, dio como resultado un esfuerzo del Imperio Otomano para recuperar el control directo sobre ese país.
En Sudáfrica, la lucha con Napoleón hizo que el Reino Unido tomara posesión de los asentamientos neerlandeses en el Cabo.
En 1821, el teniente Robert Stockton, predecesor de Ashmun, había apuntado con una pistola a la cabeza del rey Peter, lo que permitió a Stockton persuadir al rey de que vendiera el cabo Montserrado (o Mesurado) y estableciera Monrovia.
El Nautilus navegó dos veces en 1821 y estableció un asentamiento en la Bahía de Mesurado en una isla que llamaron Perseverancia.
Fue difícil para los primeros colonos, hechos en su mayoría de negros nacidos libres, a quienes se les habían negado la ciudadanía estadounidense.
Entre 1851 y 1856, atravesó el continente de oeste a este, descubriendo los grandes canales del río Zambeze superior.
Para evitar hostilidades, los rusos izaron su bandera imperial y al lado el pabellón de la Cruz Roja.
Ante ello, el 5 de febrero llegan dos cañoneros franceses a Obock, al mando del almirante Jean Baptiste Olry.
El cobre se convirtió rápidamente en la principal exportación de África Central y sigue siendo esencial para la economía incluso hoy en día.