Al sur del cabo el terreno desciende rápidamente, dando lugar a una llanura (esto provoca que, visto desde determinados puntos, el peñón parezca una isla).
Debajo del promontorio las olas del Océano Atlántico han excavado cuevas, donde los habitantes de la región acudían antaño a tallar las piedras de molino.
[1] Actualmente estas espectaculares "cuevas de Hércules" son una atracción turística.
Su construcción fue ordenada por el sultán Mohammed IV a petición de los representantes consulares de las potencias europeas alarmadas por los muchos naufragios que ocurrieron frente al cabo.
Ahora está abierto al público e incluye un museo marítimo, un restaurante, un jardín botánico y un espacio para eventos.