En estos comicios, Adolfo Suárez, con su grupo UCD conseguía una amplia victoria, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta, con 47 escaños de diferencia respecto a la segunda fuerza política, el PSOE de Felipe González.
Suben todos los partidos nacionales, menos Alianza Popular, que se presenta como Coalición Democrática.
La extrema derecha consiguió una exigua representación parlamentaria con la coalición Unión Nacional, con un solo escaño, el de su líder Blas Piñar.
[10][11] La jornada electoral transcurrió sin hechos reseñables aunque la participación fue de un 68%, menor que en los anteriores comicios.
El resultado no satisfizo a ninguno de los dos grandes partidos ya que las cosas quedaron como estaban en 1977.
Lo mismo sucedió con Alianza Popular (AP) y el Partido Comunista, que tampoco ganaron posiciones.
No obstante, la figura de Santiago Carrillo seguía siendo el principal activo del PCE.
[15] En contraste con los anteriores comicios, para 1979 la extrema derecha se organizó en torno a un bloque electoral liderado por el presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar.
No conseguir la victoria en las elecciones generales supuso una profunda decepción en el seno del PSOE y abrió el debate interno.
Entonces el secretario general Felipe González y el resto del comité ejecutivo presentaron la dimisión,[17][16] aunque en el Congreso Extraordinario celebrado en septiembre Felipe González fue aclamado por los delegados y la definición marxista del partido se suprimió.