A los 18 años fue nombrado Comisario Político del 64 Batallón de Obras y Construcciones.
Fue detenido y condenado a muerte, que le sería conmutada posteriormente por doce años de prisión.
«Aquí vienen los americanos, que si las corrientes eléctricas… Como el palo no hay nada», dijo Creix, según recordaba el propio Miguel Núñez.
Durante los 30 días que permaneció detenido en la Vía Layetana, Núñez resistió las torturas —por ejemplo, durante cuatro días lo tuvieron colgando de un tubo de la calefacción que estaba en el techo, lo que le dislocó el hombro y le hizo perder el conocimiento varias veces— y no delató a nadie.
«Su fama de resistente inquebrantable quedaría para siempre entre los dos bandos de la lucha antifranquista, como comprobó años más tarde Manuel Vázquez Montalbán, a quien, una vez detenido, el propio Creix le aconsejó no intentar emular a Núñez».
[8] En 2010 se estrenó el documental sobre su vida Al final de la escapada, dirigido por Albert Solé,[9]y en 2021 el Arxiu Nacional incorporó su fondo personal a su colección.