Santiago Carrillo

Se instalan en el barrio obrero de Cuatro Caminos donde vivirán sin abandonar las dificultades económicas, ya que las exiguas asignaciones que las organizaciones obreras destinaban a sus dirigentes difícilmente cubrían las necesidades de una familia con cinco hijos.

Santiago Carrillo llega a Madrid e ingresa en el Grupo Escolar Cervantes (ubicado en su barrio, Cuatro Caminos) dependiente de la Institución Libre de Enseñanza y dirigido por Ángel Llorca.

Poco después se afilia a las Juventudes Socialistas de España (JJ.

En su militancia política, encuadrado desde un principio en la minoría revolucionaria del partido socialista (enfrentada a una mayoría reformista), pronto destaca por su capacidad de análisis y facilidad dialéctica.

), a la que accede en 1933, defiende su posición revolucionaria extendiéndola en el seno de las Juventudes.

También intenta que Izquierda Comunista, organización de carácter trotskista, ingrese en el PSOE.

Defiende la entrada del propio PSOE, una vez se haya impuesto el sector revolucionario, en la Internacional Comunista (IC).

Comparte cárcel con Largo Caballero, su propio padre y otros muchos dirigentes socialistas.

CC., muy cercanas ideológicamente, alcanzan acuerdos sobre la futura organización resultante, las Juventudes Socialistas Unificadas.

La base organizativa sería la Federación de Juventudes Socialistas, que mantendría sus relaciones con el PSOE.

Condición "sine qua non" para ser dirigente era no pertenecer a la masonería.

La sublevación militar del 18 de julio sorprende a Santiago Carrillo en París.

Se abandona la idea de convocar un congreso y el 20 de septiembre se nombra una ejecutiva formada por siete socialistas y siete comunistas, con Santiago Carrillo a la cabeza como secretario general.

Desde estos primeros momentos, las Juventudes Socialistas Unificadas se muestran especialmente activas estando presentes en todas las unidades y en todos los frentes, numerosos jóvenes se encuadran en sus filas para luchar contra la sublevación [cita requerida].

El gobierno da por perdida la ciudad y se traslada a Valencia precipitadamente, solo con tiempo para entregar dos sobres.

Uno al general Miaja con instrucciones para que organice la defensa de Madrid.

Ese mismo día Santiago Carrillo se afilia al Partido Comunista de España.

[8]​ Al final de la guerra sale a Francia por la frontera catalana, donde se encontraba participando en los últimos combates.

Poco después, Dolores Ibárruri es nombrada secretaria general contra todo pronóstico, desbancando al más claro candidato, Vicente Uribe.

Junto a la decisión de infiltrarse en los sindicatos verticales, aunque no fuese sugerido por Stalin, la dirección del partido decide liquidar la lucha armada.

En los años cincuenta, las relaciones entre la Pasionaria y Carrillo se enfrían por diferencias respecto a la organización del partido en París.

Con anterioridad, otro dirigente, Francisco Antón Sanz, planteó iguales críticas siendo apartado de la dirección y enviado a Varsovia.

Estados Unidos y la URSS habían propuesto, cada uno, la entrada de diferentes países que el otro aprobaría.

Santiago Carrillo desde París publica un artículo en Nuestra Bandera aprobando la entrada y plantea la "política de reconciliación nacional".

Carrillo se entera de esas declaraciones cuando el artículo todavía está en la imprenta sin hacer nada por retirarlo.

Entre sesiones, la dirección del PCE, con Pasionaria a la cabeza, se juramentaba contra Carrillo.

Poco después Santiago Carrillo viaja a Budapest, convocado por la dirección del partido.

Sin embargo, regresa a París como virtual secretario general, ya que Dolores Ibárruri delegó desde entonces todas sus responsabilidades en él.

Con la ascensión de Carrillo a la Secretaría General, las prácticas estalinistas no desaparecen, solo se suavizan.

[20]​ En sus últimos años siguió colaborando habitualmente con varios medios de comunicación como El País y la Cadena SER.

Fotografiado en 1936 en Tolosa
Santiago Carrillo en un congreso del SED ,1963. Walter Ulbricht y Nikita Jruschov a su derecha. Nicolae Ceauşescu a su izquierda
Carrillo en diciembre de 1976 y Enrico Berlinguer, secretario del PCI.
Santiago Carrillo y Rafael Alberti en la primera fiesta del PCE en la Casa de Campo . 1978.
Santiago Carrillo firmando sus Memorias en la Feria del Libro de Madrid en 2006.