Ejerció la abogacía desde 1955, especializado en las áreas del Derecho Mercantil y Matrimonial en su ciudad de nacimiento.
Antonio Jiménez Blanco también fue un especialista en Historia de España, concretamente en el periodo del Sexenio Democrático (1868-1874) y de la Segunda República y la Guerra Civil.
Antonio Jiménez Blanco se afilió al Partido Demócrata Popular (perteneciente a la Internacional Liberal) de la que formó parte de su consejo directivo.
Fue designado portavoz del grupo parlamentario de este partido en el Senado durante la Legislatura Constituyente, participando en la Comisión Mixta con el Congreso que redactó el texto definitivo de la Constitución.
Su papel durante el proceso autonómico andaluz estuvo muy determinado por su propia disposición a no malquistarse con los órganos nacionales del partido centrista, yendo en una línea ideológica muy similar a la de su compañero de partido Joaquín García-Romanillos Valverde, pues los dos apostaban por una Andalucía única, aunque también descentralizada, a diferencia de numerosos cuadros provinciales de la UCD granadina, que llegaron a decantarse en un momento dado por una autonomía para Andalucía Oriental.