Unión de Centro Democrático de Granada
Su último presidente fue Julio de Castro y su sede central estuvo en Granada.Por un lado, el socialdemócrata Arturo Moya y el liberal Antonio Jiménez Blanco mantuvieron una cierta rivalidad interna por la presidencia del partido, y por otro, los tres principales representantes de estas familias compitieron por encabezar la lista al Congreso por la circunscripción de Granada.[6] Finalmente, Antonio Jiménez Blanco sería nombrado presidente provincial del partido (encabezando una lista de compromiso entre liberales y socialdemócratas) y Adolfo Suárez encargaría al gobernador civil de Granada, José María Fernández y Fernández del Río, que maniobrara para situar en la cabeza a Federico Mayor Zaragoza, dada su posición de prestigio.[6] Ambos saldrían elegidos, llegando Jiménez Blanco a ser nombrado Portavoz del Grupo Centrista en el Congreso de los Diputados.[13] En Guadix se compuso otra candidatura de prestigio encabezada por el periodista Carlos Asenjo Sedano.[15] Finalmente, UCD obtuvo una sonada victoria en los comicios municipales de abril, con 122.661 votos, el 37,51 % por ciento de los votos, obteniendo 731 concejales, frente a los 497 concejales del PSOE, su principal rival.En la Alpujarra, se confeccionó una candidatura de diputados provinciales alternativa a la oficial, que al final salió elegida.Se defendieron multitud de posiciones a nivel nacional, regional y provincial, lo que restó crédito a la organización y le supuso un coste electoral que en cuestión de años acabaría por terminar con la propia UCD, sumida previamente en crisis internas y luchas de familias.[24] En la UCD de Jaén, algunos miembros destacados también se decantaron por apoyar esta propuesta, como Fernando Arenas del Buey, senador de UCD por Jaén entre 1979 y 1982, quien en una entrevista en 2011 afirmó estar durante el proceso autonómico en la línea ideológica de batallar por las dos Andalucías junto a Antonio Jiménez Blanco y Antonio José Iglesias Casado.[25] El presidente provincial, Antonio Jiménez Blanco, no deseaba malquistarse con los órganos nacionales del partido pero compartía con el diputado centrista por Granada, Joaquín García-Romanillos Valverde, las reticencias hacia las aspiraciones sevillanas de convertirse en capital de Andalucía y pedía, al menos, que la Diputación granadina pudiese tener tantas competencias como los organismos provinciales de los territorios vascos.Sin embargo, el coste político que tuvo intervenir en ésta y otras cuestiones nacionales, sumado a un contexto generalizado de lucha interna y rivalidades en la UCD, con el aprovechamiento correspondiente por parte de la oposición, restó crédito a la organización nacional.[30] Los grandes rostros del partido fueron desapareciendo, en algunos casos desplazándose a otras formaciones políticas, como en el caso de Pedro Montañés Escobar, que se incorporó a Alianza Popular, o Juan Santaella, que se convertiría posteriormente en el líder provincial del PDP en Granada.[31] Sin embargo, la inmensa mayoría no volvieron a la política, o lo hicieron años después.En 1979, Antonio Jiménez Blanco renunció a la presidencia de la organización, siendo su sucesor José Sánchez Faba, que formaría un tándem con Antonio José Iglesias Casado (que continuaría como secretario provincial), especialmente en cuestiones relativas al desarrollo del proceso autonómico andaluz.