[1] La organización recibía financiación desde el Ministerio de Desarrollo Exterior, entonces encabezado por Willy Brandt.
Por su parte, tanto el llamado «grupo de los sevillanos», formado por militantes jóvenes provenientes del interior y encabezado por Felipe González, Alfonso Guerra y Manuel Chaves, como el «grupo de los vascos», encabezado por Nicolas Redondo y Enrique Múgica, consideraban necesario que los socialistas comenzasen cuanto antes su preparación para el futuro que se preveía inmediato tras la Revolución de los Claveles en Portugal y la delicada salud del dictador.
El rechazo de las tesis de Rodolfo Llopis llevaron a este a abandonar el partido y a la escisión del PSOE en dos mitades: el PSOE histórico, o exterior, refundado luego como PASOC; y el PSOE que, conservando las siglas, encabezó desde entonces González y que recibió desde un comienzo las bendiciones del resto de formaciones socialdemócratas europeas.
Entre los miembros elegidos, además de González en la secretaría general, para la Comisión Ejecutiva figuraban, entre otros, Alfonso Guerra (Andrés), Nicolás Redondo Urbieta (Juan), Enrique Múgica Herzog (Goizalde) José María Benegas (Chiqui) y dos miembros de la Agrupación Socialista Madrileña que habían votado en contra del nuevo secretario general: Francisco Bustelo y Pablo Castellano (Hervás).
Este hecho fue detonante para que se incrementara el interés por los nuevos rumbos del socialismo español.