[1] En 1824 un grupo con sedes en Burdeos, Grenoble y Turín creó la Sociedad Católica de los Buenos Libros.
[1] Con esta se pretendía editar libros acordes al pensamiento católico para contrarrestar a la prensa antirreligiosa.
[1] En esta línea, en 1819 Antonio Rosmini creó la Societá degli Amici, que se extendió por Lombardía y el Véneto.
[1] En 1882 el papa León XIII publicó la encíclica Cum multa, donde se hacían algunas apreciaciones sobre la posición de la iglesia hacia el periodismo, y en 1890 la encíclica Ab apostolici solii, se refirió a la prensa católica como medio de moralizar a la población.
Ese nombre ya lo había tenido un periódico malagueño fundado por Ramón Franquelo Martínez en 1851.
[5] Como él mismo escribió en su primer editorial, no se trataría de un periódico consagrado a la información exclusivamente religiosa, sino sobre todo noticiero, con información local, regional y nacional.
Darían noticias de agricultura, comercio, ciencia, arte y política.
En 1904 se celebró en Sevilla la Primera Asamblea Nacional de la Buena Prensa.
[11] En 1910 se creó un periódico católico de tirada nacional llamado El Debate.
[14] Lo sustituyó en esta última fecha, el sacerdote José María Javierre,[15] que era contrario a la censura.
José María Javierre fue sustituido por Venancio Agudo, director nombrado por Editorial Católica, editora del diario madrileño "Ya".
Tras la marcha de Editorial Católica un Consejo de Administración presidido por don Juan Borrero Hortal se hizo cargo del periódico, nombrando a Federico Villagrán director, siendo en esta época cuando se produce la primera modificación técnica, al pasar del sistema de tipografía a offset.
José María Requena Barrera, subdirector del periódico, se hizo cargo de la dirección.
El Ministerio Público procedió ex officio, pero no se encontraron indicios de culpabilidad y la causa fue sobreseída.
[24] En mayo de 1986 es nombrado director el periodista cordobés Manuel Gómez Cardeña.