Hijo de Ambrosio Sancha Maestre y Baltasara Hervás Casas.
Dicha diócesis estaba vacante porque Antolín Monescillo había sido promovido a arzobispo de Toledo.
Impulsó y creó asociaciones e instituciones religiosas produciendo una gran renovación.
Llevó a cabo una intensa labor pastoral y social entre los más necesitados, en tiempos de especial dificultad política.
En su tumba de bronce, que recibía flores a diario hasta el momento de su exhumación, figura el siguiente epitafio: «vivió pobre y pobrísimamente murió».
Durante el año 2009, centenario de su muerte, se realizaron distintos actos en su memoria.