El programa aprobado en este primer congreso proclama que el ideal del PSOE es la completa emancipación de la clase trabajadora.
Pablo Iglesias es elegido presidente del Comité Nacional, que se establece en Madrid.
Se acuerda llevar a cabo una campaña para reclamar del Gobierno reformas constitucionales y mejoras sociales para los trabajadores.
Se admite en el partido a las Juventudes Socialistas, fundadas dos años antes en Bilbao por Tomás Meabe.
El partido rechaza las 21 Condiciones impuestas por la Internacional Comunista para aceptar su ingreso y se adhiere a la Unión de Viena.
Saborit defendió la tesis de que las Juventudes Socialistas deberían desaparecer como tales; no prosperó.
Se acuerda mantener relaciones "con la mayor cordialidad posible" con la CNT, no así con el Partido Comunista, cosa que defiende Wenceslao Carrillo.
La sección de Meyreuil presentó como voto particular una candidatura presidida por Indalecio Prieto que fue rechazada.
Saborit defiende una enmienda en los estatutos, según la cual la minoría parlamentaria rinda cuentas de su gestión al partido.
Manuel Albar (México) defiende el apoyo al Gobierno de José Giral, en el que hay dos ministros socialistas.