Los restos más antiguos se corresponden con la fase media del periodo Achelense (hace unos 700 000 años).
Los instrumentos más destacados de esta época son el bifaz, el hendedor y el pico triédrico.
Se construyeron con la técnica mediante la cual calculaban el tamaño del instrumento antes de extraer de la piedra matriz un fragmento adecuado al instrumento que pretendían fabricar.
Aunque son muy pocos los datos que se conocen sobre el Epipaleolítico en la actual región de Extremadura, el Neolítico trajo algunas modificaciones en la subsistencia de las comunidades humanas que habitan la región.
En la actualidad los estudios más recientes consideran que el Neolítico en Extremadura comenzó en la transición del vi al v milenio a. C. Se supera así el concepto de Neolítico Tardío que algunos autores habían empleado, creyendo que la aparición de la agricultura habría sido mucho más tardía en esta zona de España.
En estos yacimientos se han encontrado cerámicas decoradas, sobre todo la variedad conocida como «boquique», por haberse documentado por primera vez en esta cueva de Plasencia.
Las cerámicas se caracterizan por ser prácticamente lisas, con escasas decoraciones y formas simples.
Durante el Calcolítico o Edad de Cobre, las comunidades humanas prehistóricas realizan avances en la explotación agropecuaria del medio, se desarrolla la metalurgia con el inicio de la transformación del cobre hacia el iii milenio a. C. en Castillejo.
Los lusitanos (Lusitani) (los más arquetípicos de Extremadura), que se extendían por casi la totalidad de la actual Extremadura y centro de Portugal, pueblos pastores dedicado al pillaje y la guerra, cabe destacar la imagen del líder lusitano Viriato y la resistencia férrea frente a los romanos.
Situados al sur, próximos a la provincia de Badajoz, se encontraban los célticos (Celtici), eran principalmente urbanos y ofrecieron poca resistencia a las tropas romanas, por lo que no fueron obstáculo para el avance de estas.
La tierra de esta confederación lusitana sufrió una romanización completa y profunda.
Se construyeron numerosas vías de comunicación (calzadas), grandes urbes.
Otra ruta unía Mérida con Coímbra, pasando por el famoso puente de Alcántara.
El temido peligro llegaría en el siglo V, dejando a la provincia abandonada y en ruinas.
Otras, como Augustobriga y Cáparra cayeron en el olvido, a pesar de quedar en pie formidables monumentos.
Se trata de un templo singular con características arquitectónicas visigodas y posible influencia posterior mozárabe, que ordena su cabecera con tres capillas rectangulares abiertas a un transepto.
En 1009 se crea el Reino de Taifas de Badajoz que recuerda geográficamente a la Lusitania y que diversos autores consideran como último periodo del ciclo lusitano.
Ya en 1213, el propio Alfonso VIII de León había tomado Alcántara.
Este condado se convertiría en un reino independiente años después y comenzaría su expansión hacia el sur hasta llegar a Faro.
La guerra con Portugal transformó las ciudades y los pueblos extremeños de una manera notable.
Durante este periodo, la guerra y las hambrunas contribuyen aún más a la despoblación de la región.
[8] A la caída del Antiguo Régimen se creó la provincia de Cáceres, perteneciente a la región de Extremadura, constituyéndose 240 municipios constitucionales divididos en trece partidos judiciales.
[9] Estos trece partidos judiciales posteriormente quedarían reducidos a siete.
La segunda mitad del siglo XX estuvo marcado por la sangría demográfica en la provincia.
Se calcula que más de 800 000 personas abandonaron Extremadura para buscar una mayor prosperidad en otras regiones españolas, como el País Vasco, Madrid o Cataluña, y en otros países, como Francia, Alemania, Suiza u Holanda.
La Diputación Provincial se encuentra gobernada por el Partido Socialista Obrero Español desde las elecciones municipales de 2019, tras las que el Pleno quedó constituido por 15 diputados del PSOE, 9 del PP y 1 de Ciudadanos.
[13] Para el Senado, en los mismos comicios se eligieron los cuatro representantes correspondientes, siendo en esta ocasión tres senadores socialistas y uno popular.
En las siguientes dos décadas, la población sufre una fuerte caída debido a la gran emigración que se produce hacia zonas más prósperas del país, sobre todo Madrid y Cataluña, perdiendo más de 200 000 habitantes en solo dos décadas.
Estos tres núcleos y los municipios que se encuentran en su zona de influencia son los únicos que consiguen mantener e incluso crecer en población, mientras en el resto de la provincia se produce una pérdida acusada.
Además existen las siguientes zonas naturales consideradas popularmente en ocasiones como comarcas que no están incluidas en la división anterior: Valle del Ambroz, Campo Arañuelo, Valle del Jerte, Las Hurdes, Las Villuercas, Los Ibores, La Jara cacereña, la Sierra de Gata, La Vera, Valle del Alagón y Trasierra-Tierras de Granadilla.