Produce buena sombra para las extremas temperaturas en Australia central, y estabiliza bancos de río, reteniendo el suelo.
Las "jangadas" formadas cuando el eucalipto rojo cae a ríos como el Murray, es una importante parte del ecosistema fluvial, y hábitat vital y sitio de crianza de los peces nativos como Maccullochella peelii peelii.
Se ha dicho que los efectos negativos fueron más una consecuencia de las plantaciones masivas que se hicieron desde el último tercio del siglo XX, como con cualquier monocultivo pero agravados en este caso por las características peculiares de esta especie.
Las plantaciones siguen siendo un problema para la conservación de la fauna y la flora, para la conservación del recurso suelo, para la gestión de los recursos hídricos, para los espacios protegidos y para la correcta ordenación del territorio.
[3] También se le atribuye la capacidad de reducir la biodiversidad asociada al sotobosque, y facilita la propagación de incendios forestales al ser una especie pirófita, que no solo no muere con el fuego, sino que aprovecha los incendios para la colonización del espacio.
Más recientemente para mueblería fina por su espectacular color rojizo profundo y típicas figuras en la albura.
Necesita cuidadosa selección para hacerla más fuerte a los cambios de humedad.
UU., Brasil, Egipto, Kenia, Marruecos, Nigeria, Pakistán, Senegal, Sierra Leona, España, Paraguay, Perú, Sri Lanka, Sudán, Tanzania, Alto Volta, Uruguay, Zimbabue.
En Serradilla (Cáceres) donde abundan estos ejemplares, (en el Jardín y paseo del Cementerio) desde hace 80 años, se usaban las hojas, para curar catarros.
[1] Eucalyptus camaldulensis fue descrita por Frederick Dehnhardt y publicado en Catalogus Plantarum Horti Camalduensis (ed.