Los puertos que se originaron por el movimiento de los diversos bloques son entre otros: Tornavacas, Honduras, Rabanillo, San Gamello, etc.
Las fracturas delimitan los bloques que, al hundirse, originaron fosas como los vecinos valles de Tiétar, Tormes, etc.
El basculamiento hacia el N elevó bloques y produjo en el Valle del Jerte una curiosa desviación de montañas, que toman dirección N-SW.
En el piso inferior nos encontramos con suelos pardos francos profundos, silíceos arenosos y arcillosos.
Siendo este tipo de suelos más aptos para el uso agrícola, pese a que posean un pH subácido (5,5).
La red hidrográfica, tributaria casi por entero del río Jerte, se articula sin excesiva complejidad, facilitado por la simplicidad del relieve, en un valle típico en forma de V, conformando una red fluvial de rápida evacuación.
Desde su nacimiento en la cabecera vallense, va recogiendo las corrientes que le aportan gargantas importantes como San Martín, Becedas, Papúos, Los Infiernos, Buitres, Honduras, Puria, Bonal, Marta y Las Nogaleas entre otras.
La orientación del valle permite la influencia atlántica con inviernos moderadamente fríos y veranos no excesivamente calurosos.
La formación más característica de esta franja es el encinar (Quercus ilex), aunque al contrario que en la Extremadura más meridional, la encina apenas ocupa terreno sobre el total de la superficie del Valle.
La especie predominante es el roble melojo (Quercus pyrenaica) formando grandes bosques, que cumplen una función básica en la retención y mejora de la capa edáfica.
A ellos se les suman tejos, alisos, sauces, madroños, chopos, acebos y abedules dispersos en los cauces de algunas gargantas.
La especie que predomina es el piorno serrano, junto con pastizales de gramíneas en los claros del matorral y allí donde el suelo está encharcado son característicos los cervunales, que sirven de agostadero al ganado trashumante.
Están formados fundamentalmente por alisedas, mezcladas con sauces, fresnos, arraclanes, almeces, zarzas, espinos, rosales silvestres y helechos.
En lo que respecta a la vegetación agrícola caracteriza y representa a este Valle la gran variedad de arbolado que tiene, destacando especialmente: cerezos, castaños y en menor medida, olivos e higueras.