Montes de Toledo

Se trata de una estructura rejuvenecida por la orogenia alpina, pero a diferencia del Sistema Central, no son bloques levantados y hundidos, sino que es un relieve apalachense puesto al descubierto tras la intensa erosión que afectó a la zona después de la orogenia.

Son, pues, crestones cuarcíticos de una altura uniforme, en torno a los 1400 m sobre el nivel del mar, que no han sido afectados por la erosión glaciar.Pero aún hay otro elemento paisajístico destacable en estos montes, y son las numerosas pedrizas (también llamadas casqueras o canchales) que se pueden observar por doquier en las laderas.

Sin embargo, en el cuadrante extremeño y portugués de la cordillera el clima es puramente mediterráneo debido a la escasa altitud.

[2]​[3]​ Entre los reptiles se pueden mencionar la lagartija ibérica, el lagarto ocelado, la culebra de escalera y la víbora hocicuda.

Las más abundantes son las rapaces: el cernícalo, el buitre leonado, el águila imperial, el búho real o el halcón peregrino, entre otros.

Talud típico de los Montes de Toledo, conocidos también como pedrizas o canchales .
Paisaje al noroeste del parque nacional de Cabañeros
Encinas y matorral en primavera
Vegetación en Robledo del Mazo , con presencia de olivos cultivados.