Coria

Fundada antes de que los romanos ocuparan la península ibérica, y conocida como Cauria o Caurus (según Leornard Curchin), los romanos le darían su actual nombre en latín, CAVRIUM (Caurium).El topónimo de la ciudad es de origen prerromano, donde la raíz *caur vendría a significar "piedra" o "lugar elevado", en referencia a un lugar donde puede establecerse una fortificación.[cita requerida] El gentilicio "cauriense" es el más tradicional, pues deriva del latín cauriensis y puede referirse tanto a la Coria actual como a la antigua ciudad de "Caurio".[13]​[14]​ La ciudad está situada a una altitud de 264 m sobre el nivel del mar.[4]​ El término municipal de Coria forma una llanura junto al río Alagón.Un primer asentamiento continuado ha quedado documentado con el pueblo vettón, de estirpe celta, que sobre los siglos VIII-VI a. C. sitúa su capital en la antigua Cauria (no confundir con Caura, Coria del Río, Sevilla).Como curiosidad, el Ala Hispanorum Vettonum que fue una unidad auxiliar del Ejército Imperial Romano, reclutada en Hispania en la primera mitad del siglo I, ha dejado diferentes testimonios arqueológicos y epigráficos que demuestran su estancia en la conquista de las islas británicas.Caído el Imperio, alrededor del siglo V, Coria, como el resto de la península ibérica, pasaba a poder de los bárbaros, resurgiendo inmediatamente como núcleo relevante del reino visigodo de Toledo, momento en el que, si no antes, se instituía la sede episcopal cauriense, ya que en 589 firma las actas del III Concilio de Toledo Jaquintus, Episcopus cauriensis.[24]​ Estos sucesos obligaron a los árabes a abandonar "los extremos del norte de la Península" y refugiarse en el "centro", salvo en "Zaragoza y en su frontera", donde pudieron mantenerse por ser más numerosos.[24]​ Poco después, cuando se dio la gran hambruna en el 133 de la Hégira (753-754), tuvieron que abandonar las posiciones en Astorga y replegarse detrás del al-darb al-ajar ("la otra garganta") hacia las ciudades de Coria y Mérida.[21]​ En año 169 de la Hégira (784-785) el pretendiente Abū l-Aswad Muḥammad ibn Yûsuf al-Fihrî, uno de los hijos del último walí Yûsuf ibn ‘Abd al-Raḥmān al-Fihrî, encabezó una sublevación en Toledo, donde contaba con ámplios apoyos, contra el emir ‘Abd al-Raḥmān I al-Dājil que fracasó tras ser derrotado su ejército, con lo que tuvo que huir para refugiarse entre las tribus Nafza que habitaban Qūriya perseguido por los ejércitos emirales, muriendo al año siguiente en una aldea de Toledo, Requena, mientras un tío o hermano suyo, al-Qasim, continuaba la rebelión.[25]​ En el Muqtabis de ibn Hayyan aparece citado que en el año 876-877/263 h un ejército mandado por Alfonso III atravesó el Tajo por el puente de Alcántara en una expedición militar cuyo objetivo era entrar en contacto con 'Abd al-Raḥmān ibn Marwān ibn Yūnus al-Ŷillīqī al-Māridī, un muladí que había iniciado una sublevación contra los omeyas y que desde Mérida se había trasladado a las zonas del norte de la actual Extremadura y centro de Portugal, solicitando poco después refugio en los dominios del monarca asturleonés.[35]​[36]​ Los almohades capturaron la ciudad en 1191, pero sería recuperada definitivamente por Alfonso IX de León en 1200 ("Era MCCXXXVIII (año 1200) priso el rey don Alonso Coria").[cita requerida] Estando ya en poder cristiano, Al-Idrisi la describe en su Geografía destacando sus fuertes murallas y su carácter «antiguo y espacioso», además de la fertilidad del terreno, que producía uvas e higos.[55]​ Esta coyuntura de bonanza económica se prolongó en Coria hasta 1607, año en el que la ciudad alcanzó su situación más próspera.[55]​ Por la importancia socioeconómica y el crecido número de habitantes con los que contaba Coria en el siglo XVI, lógico es que contribuyese con un crecido número de sus habitantes al proyecto conquistador y colonizador del Nuevo Mundo.[cita requerida] Entre esos personajes que no aparecen en el listado oficial, tenemos a Antonio de Naveros, servidor público que se desempeñó en Venezuela como veedor y contador real y tenía a su cargo la fiscalización oficial cuando aquel territorio estaba bajo el dominio de los Welser, banqueros alemanes y prestamistas que remediaban las arcas de la Corona en tiempos de Carlos I.[56]​ Iniciada la guerra en 1640, el territorio fronterizo extremeño se dividió en varias zonas de mando militar, denominadas Partidos, agrupando plazas fortificadas de primera línea que defendían a las poblaciones de la retaguardia menos expuestas, dependientes del cuartel general para todo el frente extremeño en Badajoz.[56]​ En 1755, la ciudad sufrió las consecuencias del terremoto de Lisboa, que afectaron profundamente a la catedral, cuya bóveda mayor se derrumbó a causa del seísmo.[64]​ En 1812 ya sólo se encontraba acantonado en la ciudad el 2.º Batallón del Regimiento Inmemorial del Rey, con gran gasto para el ayuntamiento, que hubo de repartir su abastecimiento con los pueblos vecinos (Morcillo, Guijo de Coria, Calzadilla, Casas de Don Gómez, Casillas de Coria, Portaje, Pescueza y Cachorrilla), hasta que en 1813 las últimas tropas aliadas abandonaron la región.[63]​ En 1820, con el advenimiento del Trienio Liberal, los diezmos desaparecieron y todos los señoríos fueron abolidos.El partido se creó como partido judicial contemporáneo en 1834, tras la caída del Antiguo Régimen, con 18 localidades, y se correspondía geográficamente con la tierra de Coria del Antiguo Régimen más algunas localidades próximas como Grimaldo, Guijo de Galisteo o Moraleja.[cita requerida] En la actualidad, en Coria hay dos juzgados de primera instancia e instrucción.[cita requerida] En cuanto a la industria, en la ciudad hay dos polígonos industriales con más de cien empresas: los Rosales y las Lagunillas.[cita requerida] El sector terciario es el más importante del municipio, pues hay una gran cantidad de establecimientos comerciales en la ciudad y además se han creado zonas periféricas de servicios en las carreteras que rodean a la ciudad, aprovechando las nuevas conexiones por autovía.[78]​ Además, el municipio tiene cuatro colegios: "Virgen de Argeme", "Maestro Camilo Hernández", "Sagrado Corazón" y "Zurbarán".[cita requerida] Respecto a testimonios escritos, en el Fuero de Coria, a principios del siglo XIII, refleja la importancia de la fecha de San Juan y su relación con temas ganaderos, y también se hace mención a las “carreras” que se celebraban en el actual casco antiguo.[cita requerida] También en el siglo XVI surge un litigio entre la tradición cauriense y el clero cuando el papa Pío V prohíbe las fiestas de toros, y en Coria se aplica el mandato que recoge fray Manuel Rodríguez Lusitano en 1593: “Prohibido es en los días de fiesta correr los toros por las calles de la ciudad cerradas de tal manera que no pueda huir.[cita requerida] El municipio cuenta con un equipo de fútbol, el Club Deportivo Coria, que en la temporada 2021-2022 juega en la Segunda División RFEF, consiguiendo en dicha temporada su mejor clasificación consiguiendo la 5.º plaza y asegurándose los playoffs.[97]​ En abril de 2010 se adjudicó una licencia en esta demarcación a Teleplasencia.
Situación del término municipal de Coria en la provincia de Cáceres
Canalización de agua en los campos de Coria
Puente para cruzar el antiguo cauce del río Alagón
Inscripción romana conservada en la Puerta del Antiguo Seminario Conciliar de Coria
Puerta de la Muralla de Coria, con raíces romanas, el aspecto actual procede de época musulmana medieval
Alfonso VI de León tomó Coria en 1079, pero el control cristiano sobre la zona no fue demasiado firme y hacia 1110-1113 volvió a caer en poder almorávide
Alfonso VII de León conquistó la ciudad en 1142
Coria a comienzos del siglo XIX , por Alexandre de Laborde
Mapa de mediados del siglo XIX de Coria, por Francisco Coello
En rojo, municipios del partido judicial de Coria
Palacio episcopal
Santuario de Argeme
Interior de la iglesia de Santiago
Plaza de España
Puente de piedra o puente viejo
Palacio de los Duques de Alba
Puente de hierro
Plátano de sombra del jardín botánico, declarado árbol singular
Encierro durante las fiestas de San Juan
La doncella y el Minotauro