Está compuesta por uno o más carriles y suele estar delimitada por elementos como aceras, arcenes, medianas u otros espacios diseñados para usos específicos.
Estas separaciones garantizan la seguridad y reducen las interacciones entre vehículos que circulan en sentidos opuestos.
En áreas urbanas, las calzadas incluyen carriles para autobuses, bicicletas o vehículos particulares.
El término "calzada" proviene del latín vulgar calciāta, que significa "camino empedrado con cal".
[1] En la antigüedad, civilizaciones como la romana o azteca utilizaban las calzadas como vías principales para el comercio y la comunicación.