Hasta mediados del siglo XX, Montehermoso era un pueblo atrasado, fundamentalmente agrícola, que se encontraba aislado de Plasencia por el río Alagón.
[9] En cuanto al gentilicio, el término más usado para referirse a los naturales de este pueblo es "montehermoseños".
También hay olivos en los huertos próximos a la localidad y una dehesa boyal arbolada al suroeste del pueblo.
En ese camino real se conservan varias construcciones romanas: un tejar, en la dehesa boyal; la fuente el Ronco, en las afueras del pueblo, un pozo del que todavía se puede sacar agua; y La Puente, un puente romano que servía para pasar el Arroyo de Aceituna o Arroyo Tuna.
Para ello, se enviaron unos cuestionarios, los cuales debían ser respondidos en cada pueblo por clérigos u otras personas inteligentes de cada localidad.
Había unos 300 vecinos en el pueblo, y la población bebía de tres pozos que tenían buena agua.
Aunque hay pueblos en los que el catastro se conserva en mejores condiciones, en Montehermoso solo quedan copias del documento original.
Montehermoso, por ser aldea, no tenía término definido, aunque los vecinos consideraban unas determinadas tierras como parte suya.
En esas tierras había 9.000 fanegadas para trigo, cebada, centeno, garbanzo, linaza, vino, aceite, frutos, bellotas y pastos.
En los cuatro huertos de regadío había habichuelas, berzas, lechugas, pimiento, peras, ciruelas e higos.
Los edificios públicos principales eran la iglesia y cuatro ermitas situadas en las afueras del pueblo capaces de alojar 130 o 140 hombres cada una.
En 1842 estos nuevos municipios acordaron repartirse sus tierras y montes, dando lugar a los términos municipales.
El primero se colocó en la bodega y rompió varias tinajas de aceite cuando estaban todos acostados.
En la primera mitad de siglo, el pueblo era un lugar atrasado en muchos aspectos y estaba controlado por los caciques.
[42] En la II República, época conflictiva en este pueblo, la agricultura fue un tema destacado por la importancia que tenía para los montehermoseños.
[44] La economía municipal se vio muy afectada por las desamortizaciones del siglo XIX y las inversiones en el ferrocarril Plasencia-Astorga.
La iglesia, aunque sólo quedaba un cura en la parroquia, seguía ejerciendo una gran influencia, hasta tal punto que los habitantes de la localidad acosaban a las parejas de novios que se atrevían a vivir juntos sin casarse, lo cual se conocía como campanilladas,[45] y las fiestas estaban condicionadas por las celebraciones religiosas, no habiendo bailes en el pueblo en toda la Cuaresma.
Para solucionarlo, en Montehermoso se adelantaron las elecciones, formándose unas elecciones primarias en las cuales los vecinos del pueblo votaron para elegir una lista única de 11 candidatos, bajo el nombre de Monárquicos Independientes, que sería proclamada automáticamente ganadora por unanimidad.
Entre los cultivos de secano, en el término hay olivares, aunque no suponen un sustento económico importante.
[74] En el sector secundario, destaca la cooperativa Acenorca, dedicada a procesar y envasar aceitunas de mesa.
El pueblo cuenta además con un polígono industrial que, a principios de siglo XXI, tenía una capacidad para ochenta empresas.
Las misas se celebran en el jardín que rodea a la ermita debido al pequeño tamaño de la misma.
De norte a sur, las aceñas eran las siguientes: Entre los principales molinos del municipio destacan: En Montehermoso había varios lagares que servían para producir aceite.
[105] El parque, con algunos de los monumentos ya hechos, está situado frente al polígono industrial.
[154] Una vez formalizada la relación y declarado el interés de los novios por casarse, se elegía una fecha para la boda, que solía ser casi siempre en septiembre, y no necesariamente un sábado o día festivo como se hace en la actualidad.
El novio también tenía una comitiva para invitar a los mozos, y esta última iba acompañada por un tamborilero.
Cuando ambas comitivas habían avisado ya a toda la gente, se reunían en la casa de la novia, donde comían unos dulces mientras el tamborilero tocaba su música.
Terminado todo esto, tenía lugar la alborada, donde se acompañaba al novio a su casa cantando por las calles del pueblo tradicionales pasacalles.
Después de almorzar, los novios e invitados bailaban y bebían en la plaza hasta el mediodía.
[156] En Montehermoso aún se cocinan platos típicos particulares de la zona, basados en su agricultura y ganadería.