Según las crónicas históricas el Inca Túpac Yupanqui ingresó con su ejército al actual territorio de Argentina en 1479 y lo incorporó al Collasuyo, esto sin embargo, contradice las dataciones arqueológicas que señalan la fecha en torno a 1450.Pachacútec fue el primero en emprender una expedición militar al Collao entre 1445 y 1450.Después derrotó a los collas y lupacas en los alrededores del lago Titicaca.[1] Al morir el inca Pachacútec en 1471, Túpac Yupanqui se hizo cargo del trono.[3] En los valles Calchaquíes se instalaron mitimaes para prevenir rebeliones y contener las invasiones de las tribus del Chaco.Siguió Túpac Yupanqui hasta Cuyo, en donde el cacique Cochagual organizó la resistencia, unió a los huarpes -que vivían al sur del río Jáchal- y presentó batalla con un gran ejército, siendo vencido y malherido.[5] Llegó a las tierras chilenas y las reorganizó, quedándose ahí un año.[14][15] Llevó colonos diaguitas a Chile, dejando despobladas sus tierras de origen.Luego pasó hasta la provincia de Mendoza[16][5] y volvió a Cuzco para marchar sobre Quito.Los pueblos que entonces habitaban esa región, los omaguacas, los diaguitas (incluidos los calchaquíes), los huarpes y otros, intentaron resistir pero los incas lograron dominarlos.Los incas construyeron una red de caminos peatonales recorridos por chasquis, que son conocidos como el camino del Inca, Qhapaq Ñan (significa en quechua camino del rey[22]) o Incañán, que atravesaban el Tahuantinsuyu desde Pasto en el extremo sur de Colombia hasta Uspallata en la provincia de Mendoza y Santiago de Chile, conectando con la capital incaica, la ciudad del Cuzco.[27] Ambos ramales principales atravesaban Bolivia en dirección sur hasta reunirse en Tupiza e ingresar en Argentina por Calahoyo tras recorrer el valle de Talina.En la provincia de Jujuy el ramal principal del camino del Inca ingresaba en Argentina desde el valle del río Talina por Calahoyo (22°01′38″S 65°50′43″O / -22.02722, -65.84528) a 3625 m s. n. m., pueblo ubicado a ambos lados de la línea fronteriza con Bolivia, y cuyo tambo de Calahoyo fue localizado en el pueblo a unos 100 m al sur de la frontera con partes del camino principal.[29] El camino atravesaba Jujuy en dirección general norte sur siguiendo por Cieneguillas, oeste del cerro Médanos y este del cerro Coriloma al oriente de la laguna de Pozuelos.[39] Un tramo de este ramal entre Santa Ana y Valle Colorado es aún visible.Se cree que La Paya fue el asiento del wamani de Chicoana.Desde allí un tramo del camino se dirige a los Graneros de La Poma.En este camino aún puede verse en un tramo junto a la ruta nacional n.° 68.Desde allí el camino principal seguía hacia Fuerte Quemado en Catamarca y otro ramal se bifurcaba hacia el pueblo de indios de Gualaqueni (posiblemente Amaicha del Valle) y la tambería del Inga señalada por Matienzo.[50] Desde Capillitas seguía hacia Andalgalá, desde donde es posible que alcanzara el pucará de Aconquija (27°42′31.21″S 65°59′51.60″O / -27.7086694, -65.9976667).Se dirigía luego hacia la zona de Pituil en el departamento Famatina.Estructuras incaicas existen en las cimas de los cerros Don Mario, Pilar y Morado, cercanos a la laguna.La Tambería de Calingasta ubicada en la localidad de Tamberías fue un tambo cuyas ruinas son hoy inexistentes, pero que fueron mencionadas por Domingo Faustino Sarmiento en Facundo o civilización y barbarie en las pampas argentinas (1845) y Recuerdos de provincia (1850) y por Benjamín Vicuña Mackenna en 1856 como una ciudad considerable.[59] Fue identificada también una instalación incaica en Bauchaceta y otra en la quebrada de Conconta.En este sector se hallan las ruinas del tambo de Tambillos[66] (32°23′03″S 69°23′29″O / -32.38417, -69.39139) sobre la ruta nacional 149.[78][79] La corriente general sitúa la frontera sur del Imperio incaico en el río Mendoza, sin embargo existe la hipótesis de que se extendió hasta el río Diamante, llegando incluso a la ciudad de Mendoza, pero las pruebas que la sustentan son muy débiles y se cree que a esos lugares pudieron llegar los ejércitos incas sin establecerse.Estos mitimaes sirvieron como fuerza de trabajo y como barrera contra pueblos belicosos del Chaco, entre ellos los chiriguanos.La política de mitimaes comenzó la fusión de etnias que dio lugar posteriormente al conjunto kolla en territorio argentino, al mixogenizarse con omaguacas, atacameños, diaguitas y otros pueblos.[81] Aunque no está claro si en el Imperio incaico existieron jurisdicciones territoriales a la manera de como hoy las entendemos, las crónicas españolas mencionan provincias incaicas por las cuales pasaron los conquistadores en el actual territorio argentino.Habitualmente se las denomina hoy con la palabra aimara wamani y según Alberto Rex González fueron al menos cuatro:[82] Algunos historiadores creen que existió otra provincia: Tucma o Tucumán, que habría comprendido los valles orientales y las sierras subandinas.
Expansión de Túpac Yupanqui hacia el sur, en amarillo.