El término mitimaes o mitmaes es un derivado de la palabra quechua mitmaq, idioma en el que significa desterrar.
[2] Los incas mantuvieron grandes pestañas en su población con el fin de asegurar que los desafíos a su autoridad no se produjeran.
Esto incluía mantener documentos detallados, como un censo de la población una vez que habían sido reasentados.
[3] Otra forma en que mantenían a la población bajo control era infligiendo castigos estrictos para los infractores de la ley.
La otra parte, las poblaciones conflictivas reacias a aceptar el poder ejercido desde Cusco, eran deportadas forzosamente para ser reubicadas en zonas muy apegadas y sumisas al gobierno incaico.
En el siglo XV, la población colla de la actual Bolivia, es invadida por el inca Wiracocha que anexó sus territorios al Tahuantinsuyo.