Con el paso del tiempo esa región fue adquiriendo características propias e independientes a la ciudad de San Juan.
La administración española se ejerció en forma efectiva desde Chile sobre las tres ciudades cuyanas (Mendoza, San Juan y San Luis) y desde el norte, la acción de la Gobernación del Tucumán llegó hasta Famatina.
Sin población blanca de asentamiento efectivo, allí eliminaron las naciones originarias hasta desaparecer en el siglo XVIII.
Diversas naciones ejercían soberanía, y entre ellas, en 1601, se levantó la "Doctrina de San José", junto al río Jáchal, constituyendo esta la única avanzada en el desierto.
Para encarar este objetivo, años más tarde, en 1735, se creó la Junta de Poblaciones en Chile, la que también debía cumplir el fin religioso de evangelizar a loa indios.
Al año siguiente fue designado doctrinero permanente Fray Francisco Robledo y Frías, hombre de incansable celo pastoral, quien, como única autoridad en toda la región, dedicó su tiempo y esfuerzo a hacer realidad la fundación de un pueblo.
Estableció, entonces, el necesario contacto con la Junta de Poblaciones para actualizar aquella primera iniciativa.
Para el acto fundacional fueron convocados los habitantes de Iglesia, Calingasta, Mogna y Ampacama.
En Mogna y Ampacama no hubo repartimiento de tierras; allí se establecerían posteriormente otros pueblo, como ya lo manifestamos.
Del acta fundacional se desprende que la única autoridad política para ese momento era la del “Justicia Mayor y Superintendente”, con jurisdicción en toda la extensa región conocida como Jáchal, subordinado a la Junta de Poblaciones y nombrado directamente por el gobernador y capitán general de Chile.
No fue fundado el Cabildo aunque este haya existido tal vez en la mente pobladora del momento, ya que en plano de la población se reservó un solar para su futuro establecimiento.
El apogeo que había caracterizado a la región jachallera años anteriores, desapareció.
En esta cruzada, Jachal, no permaneció ausente, dicho sea, con toda modestia, colaboró más que ningún otro pueblo de la provincia.
En esta época el actual departamento Iglesia era un distrito perteneciente a Jáchal, por esta razón, la mayor parte de los integrantes de la división Juan Manuel Cabot fueron por ende, Jachalleros.
Sus límites son: El departamento Jáchal posee un relieve que presenta dos estructuras bien diferenciadas.
La flora está constituida por jarillas, retamos, algarrobos, chañares, pájaro bobo, etc.
En el caso de la fauna se distinguen zorros, ñandúes, cóndores, chuñas, perdices, guanacos y pejerreyes, además de diferentes reptiles y arácnidos, constituyen la fauna local.
[7] En el año 2008 una empresa multinacional dedicada a la explotación minera, logró poner en marcha en esta jurisdicción una mina, de donde se extraerá oro.
Esto permitirá obtener barras de metal doré, que luego van a refinerías.
Embalse Cauquenes: es una represa emplazada a 1.100 m s. n. m. y el embalse, también conocido como Dique de Huaco o Dique de Los Lisos, es el sitio ideal para compartir un día al aire libre en un marco de espectaculares paisajes y asombrosa tranquilidad, El lago invita a practicar deportes náuticos y a contemplar las variedades de flora y fauna autóctonas.
Molinos Harineros: con más de dos siglos de existencia, estas antiguas máquinas resisten el paso del tiempo para atestiguar el desarrollo económico alcanzado por Jáchal del siglo XVIII.
En aquella época, la producción harinera de la provincia no sólo abastecía el mercado local sino también los de distintos puntos del país, como Buenos Aires, Córdoba y Tucumán.
Las diversas refacciones realizadas permiten que hoy puedan ser apreciados en todo su esplendor.
Una visita a Jáchal no puede relegar la excursión al circuito de los molinos, un paseo inolvidable que dejará un valioso aprendizaje cultural.
A la construcción original fueron agregándose otros como la habitación para las carreros que debían esperar turno para la molienda.