Se trata de un género monotípico, cuya única especie es Cydonia oblonga, comúnmente llamado membrillo o membrillero.
Es un árbol frutal de tamaño pequeño a mediano, emparentado con el manzano y el peral.
Las flores, que surgen en la primavera después de las hojas, son blancas o rosas, con cinco pétalos.
El fruto se clasifica como climatérico, con una elevada sensibilidad al etileno y su vida en postcosecha alcanza de dos a tres meses.
[7] Su fuerte aroma hace que sea un complemento para añadir en pequeñas cantidades al pastel de manzana y a la mermelada, para potenciar el sabor.
Entre los antiguos griegos, se ofrecía membrillo en las bodas, un rito que llegó de Oriente con el culto a Afrodita y permaneció sagrado.
En diversas partes de Europa, el membrillo es comúnmente cultivado en las áreas centrales y del sur, donde los veranos son lo suficientemente cálidos como para que la maduración sea buena.
El membrillo es mencionado por primera vez en un texto inglés a finales del siglo XIII, aunque el clima en Inglaterra no es muy adecuado debido a la falta de calor del verano, que impide que la fruta madure totalmente.
Se cultiva ampliamente en Argentina, Chile, Uruguay, los Balcanes, España y la cuenca del Mediterráneo.
Indicado para gastritis, úlceras gastroduodenales, síndrome del intestino irritable, diarreas, resfriados, faringitis, bronquitis.
[7] Como otras semillas de plantas de la familia Rosaceae, contienen amigdalina, un glucósido cianógeno ,[13] que libera cianuro al ser metabolizado en el intestino delgado, por lo tanto, puede causar náuseas y reacciones similares a un malestar estomacal, se necesita una cantidad significativa para producir un leve envenenamiento.