La compota (del fr: compote = mezcla) es un postre casero que tradicionalmente se ha hecho de manzana, pero que se hace igualmente de distintas frutas (manzana, melocotón, albaricoque, pera, membrillo, ruibarbo, frutas rojas).
Según la Reglamentación Técnico-Sanitaria española para la elaboración y venta de conservas vegetales (R.D.
2420/1978), la compota se define como "la conserva de frutas u hortalizas, enteras o partidas en trozos, a los que se les ha incorporado solución azucarada, con una graduación final inferior a 14º Brix".
Por otro lado, según el Código Alimentario Español, compota es "la confección preparada con fruta entera o partida en trozos regulares y con solución azucarada.
No contendrá una riqueza superior al 15 por 100 de azúcares, expresada en sacarosa".