Justo Santa María de Oro

A los 17 años ingresó en la Orden de los Dominicos en Chile, de donde regresó a su provincia en 1814, expulsado por el general José Miguel Carrera.

Sus contactos con sus hermanos de Orden en Chile sirvieron para que el General San Martín pudiera enviar correo secreto a través de ellos.

En 1816 fue elegido diputado al Congreso de Tucumán, junto con Francisco Laprida.

La historiografía liberal lo ubica como un férreo defensor de la forma republicana de gobierno por su frase "hay que consultar a los pueblos".

Construyó la Catedral, mejoró las escuelas religiosas de esa ciudad y fundó una para mujeres.

Monumento dedicado en la ciudad de San Juan.