Más tarde, bajo la ocupación española, por razones religiosas, sociales y políticas fueron trasladados a la Estancia San Juan, donde se conforma el primer pueblo llamado San Juan Bautista de Perico.
Dichas tierras se encontraban en el fuerte del Pongo y finales del río Grande y río Perico, como también la zona de La Cabaña, Los Paños, el Carril, La Toma y el Churcal, lugares que, hacia 1690, recibirían a los aborígenes luracataos procedentes de los valles calchaquíes y traídos en encomienda por el general salteño Agustín Martínez de Iriarte, quien se establece con ellos en el valle de Perico.
Ambos instrumentos comerciales sólo tenían validez en tiendas locales y en la capital jujeña.
Los tenedores de las monedas o vales debían presentarse en la administración de la finca del cinco al diez de cada mes para canjear su valor por moneda nacional de curso legal, contando dicha finca con una proveeduría especialmente destinada a la gente que vivía y trabajaba en el predio, ya que para venir a comprar al pueblo del Carmen, debían hacerlo caminando, a caballo o en jardineras.
La finca tenía alrededor de ocho mil hectáreas y contaba con siete mil cabezas de ganado vacuno que los remeseros llevaban a Chile, Bolivia y Perú.
Ya en el siglo pasado, por sus características ecológicas, en todo el departamento de El Carmen comenzó a plantarse citrus, viñas y tabaco.
Tiempo después le construye un oratorio público bajo la advocación de la Virgen del Carmen.
Esta fiesta patronal es muy conocida a nivel provincial, llegando fieles y promesantes desde diferentes lugares jujeños para honrarla con su presencia.
Vía Aérea: Vuelos diarios ida y vuelta 2 horas de viaje aproximadamente.
Desde La Caldera, Provincia de Salta Se debe tomar la Ruta Nacional N.º 9.
Sierras que se elevan tímidamente rodean la localidad cabecera; verdes laderas se extienden hasta unirse en sus piedemontes a diversos valles recorridos por ríos de aguas cristalinas que se desplazan a veces serpenteantes y otras no tanto, mostrando postales de ensueño que invitan al regreso de los visitantes.
Esta localidad resulta ideal para los amantes de la naturaleza en estado puro y para las actividades que permiten entrar en contacto con ella.
A escasos kilómetros, los Diques La Ciénaga y Las Maderas se transforman en un escenario propicio para la práctica de deportes náuticos: balsismo, esquí, canotaje y surf, siendo las opciones más elegidas.
Solo se permite pescar los miércoles, viernes, sábado y domingos de 7 a 24; todo el año.
En 1925 el ingeniero Luis Michaud, demostró que la capacidad del embalse de Las Maderas tal cual fue proyectado, era insuficiente, formulando un nuevo proyecto para esta presa, así como las correspondientes obras de alimentación.
Con rendes altibajos económicos el dique se fue construyendo, empleándose prácticamente 90 años para ejecutar los estudios y llegar al fin de la obra.
Solo se permite pescar los miércoles, viernes, sábado y domingos de 7 a 24; todo el año.