Podría referirse a Llullaillaco como un volcán activo, donde la lava fluye como agua y luego se endurece, lo cual se observa en las evidencias de pasadas erupciones que son claramente visibles.
[3] El acceso al pie del Llullaillaco es por medio de vehículos o mulas.
Dichos caminos se acaban en una zona, donde habitualmente los andinistas establecen su campamento base, a 4600 m s. n. m.[4] Del lado argentino no existen caminos para llegar a la base, y solo un vehículo con tracción en las cuatro ruedas puede llegar al pie de la montaña, a más de 4600 m s. n. m., presumiendo que se conoce el camino.
Durante una expedición dirigida por Johan Reinhard y la arqueóloga argentina Constanza Ceruti en 1999 se desenterraron los tres Niños del Llullaillaco, sacrificados en el lugar y momificados por congelación, con una antigüedad aproximada de 400 años.
Luego de realizar pruebas genéticas sobre los microbios, su grupo encontró varias cepas únicas que no se habían descrito antes.