En el potrero donde se realizó la Junta Vallista se ubica actualmente la plaza principal del pueblo, Plaza La Junta, y la antigua casa de la familia Díaz es hoy la hostería "El Capricho".
En su interior se observa la decoración pictórica más antigua en el altar, que fue repintado y a simple vista puede apreciarse pinturas más antiguas bajo la capa de pintura actual.
En esa misma nave se observan las imágenes más antiguas de la Iglesia en el grupo escultórico de la Pasión: un Cristo que originalmente era una estatua yacente y ha sido modificado para ubicarlo sobre la cruz, un San Juan y una Virgen Dolorosa.
En la actualidad, el poblado se desarrolla prácticamente a partir de una calle principal.
Pasará por un antigal, luego podrá apreciar la gran cantidad de nogales y ricas fincas que se han desarrollado gracias a las dulces aguas del Río Brealitos.
Algunas ofertas turísticas del lugar incluyen: visitar artesanos teleros en sus casas para admirar sus obras directamente: frazadas, telas, ponchos y tapices o en centro artesanal creado por ellos mismos, visitar bodeguitas familiares donde se hace el vino patero y el vino mistela.
Hacia el oeste, debajo de unas montañas escarpadas, se encuentra Brealitos, a sólo 12 km, un pintoresco pueblo que se desarrolla según el capricho del río de igual nombre.
Los días son soleados y el invierno es frío e intenso con mínimas de hasta -17 °C.
Algunas personas realizan pellones y otros trabajos en lana, cuero de vaca, oveja o cabra.
También se producen y comercializan en la zona: cebolla, comino, pimentón, tomate, vino patero, mistela, pasas de uva, nueces.