[1] Los incas fueron una sociedad políticamente expansiva que a lo largo del siglo XV ejerció su influencia y dominio sobre diversas poblaciones de Sudamérica.
[2]Las estrategias políticas desplegadas fueron tanto coercitivas como diplomáticas, variando según el tipo de relaciones establecidas entre los grupos locales y los intereses estatales.
[1]En este sitio incaico el planeamiento urbano, la arquitectura, los caminos y el registro material asociado constituyen la evidencia de una intensa dinámica política que habría controlado un amplio territorio.
[10][11][12] Si bien existen vestigios que se asocian a la cultura Belén, el lugar cobró importancia tras la invasión incaica.
Alrededor se encuentran grandes kallankas, edificios rectangulares para la realización de actividades políticas, administrativas y ceremoniales.
También se destacan varios conjuntos residenciales conocidos como kancha, dispuestas alrededor de la aukaipata y a la vera del camino incaico.
Numerosos elementos sagrados de la cosmovisión andina como la intihuatana, oquedades, fuentes de agua, canales, andenes, cuevas, grandes rocas tokankas y entierros, le conferían un carácter ritual que al articularse con otros componentes estructurales del sitio, integraban un paisaje sagrado con alto contenido simbólico.
Este último, a su vez, es atravesado por el curso del arroyo Simbolar, que une los anteriores, generando naturalmente un espacio dividido en dos partes.
[13][14][16] El Shincal se constituye como una de las principales capitales política, administrativa y ceremonial del Noroeste argentino.
Para preservar el sitio, el acceso es permitido en grupos reducidos y en horarios estipulados para una visita guiada de aproximadamente dos horas.
Superada la contingencia sanitaria por el Covid-19, actualmente el sitio se encuentra abierto al público todos los días, en horarios preestablecidos que cambian de acuerdo a la estación del año.