La salida procesional es el principal culto externo de las hermandades que también realizan otros cultos internos a sus titulares a lo largo del año, como novenas, septenarios, quinarios, triduos y besamanos.
Aunque durante la Edad Media ya existieron cofradías, no fue hasta el siglo XVI cuando se consolidaron las hermandades de pasión o penitencia como asociaciones que veneran la pasión y muerte de Cristo y le rinden culto con una salida procesional.
Ellos impulsaron de nuevo la Semana Santa (su huella es muy visible, p.ej., en las cofradías Montserrat o La Lanzada),[8][9] creándose en 1850 la tradición del Santo Entierro Magno, con la participación de diversos pasos y cofradías, que desde entonces se realiza sin una periodicidad fija.
[11] En esta decisión de no salir en procesión, tomada por las hermandades, se combinaron por una parte el temor a los posibles ataques que pudieran producirse y por otra la utilización de la suspensión como herramienta política contra las disposiciones del gobierno republicano en materia religiosa.
En este periodo hubo siete años en que no salió ninguna hermandad.
Zamora Moya (1989); Antonio Pérez González (1990); Antonio Pérez Gónzalez (1991); Joaquín Sáenz (1992); Juan Roldán (1993); Francisco García Gómez (1994); Francisco Maireles (1995); Francisco Borrás (1996); Juan Valdés (1997); Justo Girón (1998); Antonio Agudo (1999); Antonio Zambrana (2000); Santiago del Campo (2001); Manuel Sánchez Arcenegui (2002); Daniel Puch Rodríguez-Caso (2003); Juan Antonio Rodríguez Hernández (2004); Juan Francisco Cárceles Pascual (2005); Ignacio Cortés Martínez (2006); Isabel Sola Márquez (2007); Emilio Díaz-Cantelar Costas (2008); Juan Antonio Huguet Pretel (2009); Luis Rizo Haro (2010); Juan Manuel Calle González (2011); Antonio Dubé de Luque (2012); Nuria Barrera Bellido (2013); Beatriz Barrientos Bueno (2014); Raúl Berzosa Fernández (2015); César Ramírez Martínez (2016); José María Pérez-Cerezal(2017); José Gutiérrez Aragón (2018); Fernando Vaquero Valero(2019); Daniel Bilbao Peña (2020); Chema Rodríguez (2021)[22]; Manolo Cuervo (2022)[23]; Daniel Franca Camacho (2023)[24].
[5] Se denomina carrera oficial al itinerario común que deben seguir todas las hermandades en su trayecto hacia la catedral.
Durante el siglo XX se ha celebrado en distintos puntos de la catedral, llevándose a cabo actualmente en la Capilla Real.
Desde hace varios se celebra catorce días antes del Domingo de Ramos.
Es portado por un hermano con la túnica de nazareno, generalmente situado en los últimos tramos del segundo paso.
En las antiguas procesiones de Semana Santa algunos penitentes hacían sonar esas trompetas para expresar tristeza y lamento.
[33] Cada hermandad tiene establecido en sus reglas las características del vestuario de los nazarenos, en lo relativo a túnica, zapatos, insignias y complementos.
Pueden realizar diversos cometidos: El paso es un conjunto formado por una plataforma sobre la que hay imágenes evangélicas.
Lo más habitual es que la procesiones lleven dos pasos: uno centrado en el Señor y otro con la Virgen bajo palio.
Sobre la parihuela se sitúa una peana construida en madera noble, denominada canastilla que suele estar tallada en estilo barroco, aunque se pueden encontrar también en estilo neogótico, renacentista o romántico.
Sobre la canastilla se encuentran las flores, la iluminación formada por candelabros, hachones o faroles y por último las imágenes.
Se ubica en la parte frontal del paso y suele presentar motivos religiosos relacionados con la hermandad.
Proviene de «costal» y ya aparece recogido en el Vocabulario andaluz (1.ª edición, 1934) en donde se define a los costaleros como: ‘los que llevan los pasos de las imágenes, con un costal algo relleno que se colocan en la cabeza y les cae por la espalda’.
Los costaleros cargan el peso sobre su cuello, sobre la séptima vértebra cervical, protegen esta zona con una tela llamada costal que suele ser de arpillera.
Al principio las imágenes eran portadas por los propios hermanos, pero poco a poco el gran peso de su exorno hizo necesario contratar a gente que cargase con dicho peso.
Estos hombres al principio eran conocidos como los gallegos, debido a que la gran mayoría eran originario de Galicia.
Las bandas se sitúan detrás de los pasos e interpretan diferentes marchas procesionales.
Las Agrupaciones Musicales que tradicionalmente acompañan a las procesiones son las siguientes: Las bandas de Cornetas y Tambores que tradicionalmente acompañan a las procesiones son las siguientes: Entre las composiciones más habituales, se pueden destacar por su antigüedad y tradición las siguientes:[64][65] La saeta es un canto de tema religioso que tiene su origen en el folclore andaluz y se ejecuta sin acompañamiento durante las procesiones de Semana Santa.
[67] Es la primera jornada en la que salen nazarenos en Sevilla, en la Semana Santa, procesionan siete corporaciones por sus respectivas feligresías:
Desde el siglo V se recuerda en Jerusalén la entrada de Jesús en la ciudad santa con una procesión.
Durante esta jornada las cofradías hacen estación expresamente ante el monumento eucarístico de la catedral.
Aunque la Hermandad de la Macarena debería pasar antes que la Hermandad del Gran Poder, la primera le cede el paso porque la segunda envía el Viernes Santo una diputación para solicitar la correspondiente venia.
Al amanecer del Viernes Santo se recuerda el juicio ante Poncio Pilatos, la flagelación y coronación de espinas, la condena a muerte de Jesús y su camino con la cruz a cuestas hasta el Gólgota.
En 1956, tras una reforma litúrgica que cambia la consideración del Sábado Santo, se iniciaron las procesiones en Sevilla durante este día.