Presentaba remates almenados, pocas y pequeñas ventanas, cubiertas a modo de azotea para poder funcionar como plaza fuerte.
A finales del siglo XIV se reedificó el templo, probablemente deteriorado por los daños ocasionados por el terremoto de 1356.
En el siglo XV se continuó el proceso constructivo, levantándose en la nave de la izquierda, la denominada capilla del capitán Monte Bernardo constituida por dos tramos cubiertos con bóvedas estrelladas.
A mediados del siglo XVI se erigió La capilla Sacramental, más cercana a la cabecera y de planta cuadrada, y a principios del siglo XVII se acomete la capilla Bautismal, también de planta cuadrada y cubierta con una bóveda semiesférica, en 1680 se cubre también la capilla Sacramental con una bóveda del mismo tipo.
Toda la portada, realizada en piedra, se enmarca bajo un gablete apuntado sobre el que aparece el escudo de Castilla.
A partir de 1629, Martín Izquierdo, conforme a los diseños de Diego López Bueno, levantó el segundo cuerpo y un chapitel revestido con cerámica vidriada en colores blanco y azul.
Las columnas que sostienen los techos tienen en su parte superior ménsulas decoradas con cabezas humanas, leones, castillos y hojas de vid.
En 1542 se contrató la construcción del retablo mayor con el artista Nufro Ortega, que subcontrató labores técnicas para su realización con Nicolás Jurate.
[5] En 1557 se encargó su pintura y dorado a Antón Pérez, Andrés Ramírez, Andrés Morín, Antón Sánchez de Guadalupe, Pedro Ximénez, Pedro de Campaña y Luis Hernández.