Diego López Bueno

1568 - Sevilla, 1632), fue un artista polifacético, ensamblador (constructor de retablos), arquitecto y escultor.

Sus inicios artísticos tuvieron lugar en Sevilla, formándose en el ambiente renacentista de la ciudad, bajo la influencia del arquitecto Hernán Ruiz, el Joven, aunque su actividad debemos enmarcarla dentro del periodo inicial del Barroco que corresponde a las primeras décadas del siglo XVII.

Consumado retablista, dejó gran número de obras en este campo, muchas de ellas retablos pictóricos en los que no realizó el diseño, sino la construcción.

Algunas obras fueron destinadas a tierras americanas, como el retablo del convento de Santo Domingo de Panamá.

Entre 1628 y 1632 participó en varias obras en el Alcázar de Sevilla, como el Monte Parnaso que se construyó en los jardines del Laberinto en 1629 según diseño de Jerónimo de Guzmán.

Claustro del convento de Santa Paula . Sevilla.