El signum tuvo diferentes representaciones de animales en varias épocas de las que Plinio el Viejo enumera cinco: el águila, el lobo, el minotauro, el caballo y el oso.
Posteriormente fue complementado con un estandarte (vexillum) o placa metálica con el nombre de la unidad.
El emblema de la legión romana era el águila, en bronce, plata u oro, que les servía también como deidad.
El soldado que portaba el signum, el signifer, ganaba el doble del salario normal al estar expuesto a mayor peligro.
En sentido amplio, el signum abarca todas las enseñas del ejército romano, desde el águila para las legiones hasta el vexillum para las cohortes.