La carrera oficial es el recorrido obligado que, en muchas localidades españolas, han de efectuar todas las cofradías que llevan a cabo la procesión de penitencia durante la Semana Santa.
Este recorrido, normalmente engalanado al efecto, se realiza por calles emblemáticas de la localidad, por lo que suele ser lugar privilegiado para ver el paso de las cofradías, a veces incluso desde palcos y sillas de alquiler.
Suele estar dotado de la llamada tribuna oficial, desde la que presiden las autoridades locales.
El historiador Juan Carrero Rodríguez, en su Diccionario cofradiero define a la carrera oficial como:[1] La carrera oficial más antigua que se conoce, es la que instaurara el Cardenal Niño de Guevara en 1604 en Sevilla, aunque no será hasta bien entrado el siglo XIX cuando se articule la Carrera Oficial sevillana tal y como se conoce en la actualidad, aún con reformas constantes, prohibiciones, litigios y otros problemas surgidos a lo largo de su historia.
La sucesión de vías urbanas que componen la carrera oficial suele ser muy estable, incluso tradición fijada y difícilmente alterable.