Semana Santa en Écija

Las procesiones, conocidas como estaciones de penitencia, son el evento principal donde las hermandades realizan cultos externos.

Además, a lo largo del año, realizan diversos cultos internos como novenas, septenarios, quinarios, triduos y besamanos.

El término cofradía englobó una gran variedad de agrupaciones, teniendo en un principio un marcado cariz benéfico-asistencial.

Poco después se dejaría sentir en Écija el espíritu de Trento.

En los siglos XVII y XVIII estas 13 cofradías ecijanas vivieron su época de máximo apogeo.

[6]​ El siglo XX es nuevamente prolífico en fundaciones o reorganizaciones de hermandades en Écija.

Herederas de una secular devoción, son catorce las cofradías que se dan hoy cita en la Semana Santa ecijana.

En el año 2017 se ha reconocido como hermandad y podrá hacer su estación de penitencia a la anteriormente conocida como Agrupación Parroquial del Olivo.

Continua por calle Mas y Prat, calle Santa Cruz y Plaza de Nuestra Señora del Valle, donde finalizará el recorrido común a todas las cofradías (aproximadamente unos 400 metros).

Las insignias más habituales son: el senatus, en memoria del ejército romano que custodiaba a Cristo; las banderas que acompañan a cada paso, que suelen tener colores pasionarios o marianos; el simpecado, en defensa del dogma de la inmaculada concepción; el libro de reglas; y el estandarte.

Es portado por un hermano con la túnica de nazareno, generalmente situado en los últimos tramos del segundo paso.

[10]​ Estas letras significan Senatus Populusque Romanus (el Senado y el pueblo de Roma).

En las antiguas procesiones de Semana Santa algunos penitentes hacían sonar esas trompetas para expresar tristeza y lamento.

[15]​ Cada hermandad tiene establecido en sus reglas las características del vestuario de los nazarenos, en lo relativo a túnica, zapatos, insignias y complementos.

El nazareno puede llevar cirio, vara, insignia, farol o una cruz sobre el hombro.

Son aquellos que procesionan vistiendo sotana, dalmática, alba o sobrepelliz.

Pueden ser de varios tipos: El paso es un conjunto formado por una plataforma sobre la que hay imágenes evangélicas.

Hay alguna cofradía con tres pasos y también alguna con solo uno, como la Borriquita o la Mortaja.

Sobre la parihuela se sitúa una peana construida en madera noble, denominada canastilla que suele estar tallada en estilo barroco, aunque se pueden encontrar también algunas en estilo neogótico, renacentista o romántico.

Sobre la canastilla se encuentran las flores, la iluminación formada por candelabros, hachones o faroles y por último las imágenes.

El llamador o martillo es un aldabón de metal con el que llama a los costaleros.

Se ubica en la parte frontal del paso y suele presentar motivos religiosos relacionados con la hermandad.

Proviene de "costal" y ya aparece recogido en el Vocabulario andaluz (1ª edición 1934) en donde se definen a los costaleros como: "los que llevan los pasos de las imágenes, con un costal algo relleno que se colocan en la cabeza y les cae por la espalda".

Los costaleros cargan el peso sobre su cuello, sobre la séptima vértebra cervical, protegen esta zona con una tela llamada costal que suele ser de arpillera.

Al principio las imágenes eran portadas por los propios hermanos, pero poco a poco el gran peso de su exorno hizo necesario contratar a gente que cargase con dicho peso.

Estos hombres al principio eran conocidos como los gallegos, debido a que la gran mayoría eran originario de Galicia.

[20]​ Este hombre fue el inventor de la igualá, quien introdujo el terno negro entre los capataces y el primero en prohibir que sus costaleros bebiesen vino durante la procesión.

Las bandas se sitúan detrás de los pasos e interpretan diferentes marchas procesionales.

En Écija, podemos encontrar actualmente 6 formaciones musicales dedicadas tanto al culto interno como externo: A destacar como compositores Jacinto Manuel Rojas Guisado y Luis Hidalgo Vega.