Felipe de Ribas

[3]​ En Córdoba empezó a trabajar de escultor y ensamblador, aunque solamente recibió un encargo.

[4]​ Su primera vivienda en esta ciudad fue una casa pequeña en la collación de San Vicente.

[6]​ Cuando Alonso Cano se marchó a Madrid en 1638, Miguel Cano, padre de Alonso, solicitó la ayuda a Felipe para terminar varias obras que dejaba su hijo en la ciudad andaluza y que Miguel, ya anciano, no podía terminar.

[9]​ Además de las viviendas citadas, que usaba como residencia particular y como taller, Felipe compró y alquiló otras casas en varios barrios de Sevilla para obtener ingresos.

[2]​ Tuvieron una hija llamada Ana, a la que Felipe nombró heredera universal.

Rufina vendió la casa-taller de Santa Marina a su cuñado, Francisco Dionisio, que se instaló allí con su familia.

[7]​ Su obra tenía características propias del clasicismo, aunque fue evolucionando hacia el barroco en su madurez.

[13]​ Son obras de este autor (solo, o en colaboración con otros) las siguientes, figurando para los retablos el año del encargo: Felipe de Ribas realizó varios monumentos eucarísticos, la mayoría entre 1627 y 1638.

[43]​ El retablo de La Puebla del Río también fue traspasado a Francisco Dionisio y no se conserva.

Retablo mayor de la iglesia de San Pedro, en Sevilla, realizado por Felipe de Ribas, entre 1641 y 1657, con la colaboración de su hermano Francisco Dionisio.