Su construcción fue ordenada en 1171 por el califa almohade Abu Yaqub Yusuf.
[1] Cuando los romanos expulsaron a los cartagineses del suroeste español convirtieron a Híspalis en un importante centro portuario y amurallaron la ciudad, pero no construyeron ningún puente.
Tras la derrota de don Rodrigo por Abd al Raman II en el siglo IX, Isbylia siguió siendo un importante centro comercial y militar, pero seguía sin tener un puente.
Los pasos del río más cercanos eran el Vado de las Estacas, en la actual Alcalá del Río, y el vado de Alcolea.
Se unieron mediante cadenas de hierro varias barcas bastante altas, para que el río no las llenase.
[9] Entre 1481 y 1781 el anejo castillo de San Jorge fue usado como prisión del Santo Oficio, por lo que por el puente también cruzaban los condenados por la Inquisición desde la fortaleza con destino al quemadero de San Diego.
[10] A partir del siglo XV el puente tuvo varios "conservadores".
A raíz de esto los barqueros hicieron un puente provisional con 43 barcas para que la gente pudisese pasar.
Las juntas de los 9 arcos centrales se adornarían con motivos del Bajo Renacimiento.
No obstante, el proyecto se rechazó porque era impopular subir los impuestos para costearlo.
[3] En agosto de 1812 tuvo lugar una batalla con un contingente español e inglés contra las tropas francesas para recapturar Sevilla, que había sido tomada los franceses.
En la batalla también participó el teniente coronel británico John Scrope Colquitt.