Carraca (embarcación)

En los astilleros del mar Cantábrico se construyeron muy pocas carracas, por su mal comportamiento en los temporales.

Tenía mayor altura que los castillos anteriores y, en muchas ocasiones, podían colocarse varios puentes superpuestos.

Las carracas tenían un casco ligeramente más redondeado que las cocas e incorporaron por primera vez los tres palos.

En las carracas más evolucionadas se añadió un cuarto palo a popa llamado contramesana con velas latinas.

Fueron evolucionando, y a finales del XVI llevaban 3 palos, habiendo algunas de 4.

A diferencia de las carabelas, que fueron quedando en desuso, las naos y carracas sufrieron mayores mejoras y transformaciones, hasta convertirse en un nuevo tipo de embarcación, conocido como galeón, del que se dieron distintas variantes, como el galeón español y el galeón inglés.

Los castillos de proa y popa eran más grandes en las carracas que en las naos.

Se puede afirmar que en este punto, Europa en su conjunto había logrado la supremacía mundial en construcción naval.

Imagen de una carraca portuguesa en Nagasaki . Biombo japonés del siglo XVII
Réplica de la nao Victoria , la única de las cinco naves de Magallanes que retornó a España en 1522, siendo la primera en circunnavegar el globo terrestre.