[3] Sus orígenes son desconocidos, pero casi todos los historiadores navales coinciden en que lo empezaron a emplear las cocas hanseáticas,[4] aunque otros opinan que es casi seguro que nació a principios del siglo XIII en mares cerrados, como el Báltico o el Mediterráneo, en embarcaciones de remo ligeras.
Utilizaban grandes naos muy bien equipadas y aptas para la navegación marítima de escala, que eran dirigidas por timones ubicados en el codaste.
Aunque no se ha podido aclarar cuándo empezó a utilizarse, las siguientes informaciones pueden orientar al lector sobre cuándo se generalizó su uso en la costa cantábrica y el mar del Norte.
Xabier Alberdi Lonbide y Álvaro Aragón Ruano, en su estudio La construcción naval en el País Vasco durante la Edad Media, retrasan aún más su generalización.
Este timón cambió la arquitectura naval y permitió viajar por los mares abiertos con mayor seguridad.