[1] En los navíos y fragatas se componen de varias piezas, por no haber árbol cuyo tronco sea suficiente para sacarlos enterizos.
Además, cada mástil puede llevar un aparejo diferente en función del tipo de velas que vaya a portar.
Según fueron creándose barcos mayores, los mástiles más altos se construían ensamblando hasta tres troncos.
Tras la Segunda Guerra Mundial los mástiles de aluminio se han popularizado en todos los veleros, incluso los pequeños.
En algunos casos se han llegado a utilizar materiales para poder controlar la rigidez del mástil.