Una pértiga es, en el contexto de varias tradiciones católicas de España, una vara larga a veces revestida de plata con la que un pertiguero o persona designada puede transmitir algunas órdenes básicas en las procesiones y otros actos, actuando en algún modo como maestro de ceremonia.[1].El pertiguero percute el suelo con la pértiga, que en algunos casos lleva en su parte de abajo unas anillas ensartadas que le dan un sonido característico.[2].Se tiene constancia del uso de pértigas desde el siglo XVI.En las procesiones españolas de Semana Santa e consolidó su uso en últimas décadas del siglo XX cuando, siendo un antecedente a finales del siglo XIX cuando algunas hermandades malagueñas lo incorporaron al cuerpo de procesión.[3].Normalmente, las pértigas están conformadas como un vástago muy sencillo coronado por una macolla, donde se concentra el trabajo de orfebrería, aunque hay ejemplares más elaborados, cubiertos totalmente de plata.