Con diecisiete años se trasladó a Sevilla para estudiar en la Escuela de Artes y Oficios.
Esta formación la compaginó con su aprendizaje en el taller del tallista Francisco Vélez Bracho y posteriormente de Pedro Navia, donde conoció a su gran maestro: el escultor Sebastián Santos.
A partir de 1953 se estableció en un taller propio.
Entre sus alumnos se encuentran diversos artistas reconocidos en el campo de la imaginería religiosa, entre ellos Luis Álvarez Duarte y Juan Manuel Miñarro.
Su obra se encuentra repartida por toda España, principalmente en Andalucía.