El municipio cuenta con una población de 1671 habitantes (INE 2024).
Más tarde se producen varios asentamientos, que ya dan lugar al término actual de Rosal de la Frontera, siendo relativamente moderno, unos 157 años, llamándose en sus inicios como Rosal de Cristina, por agradecimiento a la Regente María Cristina.
En este municipio fue encarcelado Miguel Hernández, al pasar la frontera en 1939.
Rosal participa de los rasgos comunes a los platos serranos: sencillos, elaborados con la materia prima que proporciona la matanza del cerdo, las setas de temporada, la caza, la huerta y las plantas aromáticas.
Es llamativo el uso frecuente del bacalao en la cocina local, de clara influencia lusitana.