Esto se corrobora con la gran pujanza de la corporación en este siglo y posteriores.
Esta época es, sin duda, la de su máximo espledor, contando con un gran patrimonio tanto en enseres como en casas y rentas.
Los primeros pasos como grupo organizado para el culto de esta imagen cristífera se dan en 1991, cuando un grupo de jóvenes, tras la propuesta del párroco, deciden dar los pasos necesarios para constituirse en Asociación Parroquial.
La agrupación pasa seguidamente a buscar la erección canónica como hermandad de penitencia.
Una divisa aparece orlando todo el conjunto, en plata con letras en sable con el nombre de la hermandad.
La corbata tiene bordado a modo de galón dorado, y está rematado por una cruz plateada.
Además el escudo de la corporación aparece en la cruceta realizado en orfebrería plateada.
En ellas aparece el escudo de la hermandad, rodeado por una filigrana rectangular con un evangelista en cada esquina.
Sobre el corazón va cosido el escudo de la hermandad primitiva sobre una pieza circular en cuero color sangre.
La cruz arbórea (anteriormente lo hacía con una de caoba) con la que procesiona reposa sobre el hombro derecho, por lo que su cabeza se gira hacia la izquierda, ofreciéndonos un rostro doliente de idealizada belleza.
De estilo renacentista, estará realizado en madera en color caoba con relieves en bronce.
Los faldones por su parte tendrán el frontal bordado con el escudo del Cabildo Catedralicio (la Giralda y las dos azucenas).
En 2011 estrenó nuevos faroles para el paso procesional realizados en madera por Enrique Gonzalves González que posteriormente irán tallados por Francisco Verdugo.
Todos los años en cuaresma o acercándose esta la hermandad dedica un solemne quinario de martes a sábado.
Posteriormente o durante la semana del quinario el Cristo es expuesto en besapiés a los fieles.
En octubre, la corporación dedica estos cultos a su imagen mariana, que hoy en día no procesiona.
En 2006 la hermandad llegó a celebrar la «Velá del Rosario»[7] aunque solo hubo una edición.