Hermandad de la Lanzada (Sevilla)

En 1653 se instaló en el convento de San Basilio, donde obtuvieron una capilla propia.

[1]​ A comienzos del siglo XIX, durante la invasión francesa, las tropas napoleónicas asaltaron el convento calcinando sus tallas, y la hermandad tuvo que trasladarse a la iglesia de San Marcos, regresando al convento tras la guerra.

En 1932 se trasladó a la iglesia de San Martín, donde ha continuado hasta la actualidad.

En 2007 recibió la reliquia de un Lignum Crucis que porta la Virgen del Buen Fin.

El paso del misterio representa el momento en que Longino montado a caballo propina la Sagrada Lanzada a Jesucristo en el costado, que yace en la cruz, para cerciorarse de su muerte, como narra San Juan Evangelista en su evangelio (19:33-34), siendo el único que recoge el momento, que no aparece en los evangelios sinópticos: La imagen es presenciada por la Virgen de Guía, San Juan y las tres Marías, que se hallan al pie de la cruz.

La Virgen de Guía fue tallada por Antonio Illanes en 1930 pero no gustó, por lo que fue suprimida en 1940.

El San Juan Evangelista es la talla más antigua y de mayor valor artístico que conserva la Hermandad.

Está atribuido a un discípulo de Pedro Roldán, fechado hacia 1703.

Longinos a caballo es obra de José Antonio Navarro Arteaga, del año 1999.

Longinos tiene cogida la lanza y la cabeza girada mirando a María Cleofás, mientras el caballo simula un furioso relinche.

Fue realizado a partir de 1945 por el diseñador con la ayuda de Manuel Guzmán Bejarano, Antonio Vega Sánchez, Antonio Martín Fernández y Manuel Morillo Bernal.

Tiene la cabeza inclinada hacia su derecha y mirada baja, con gran expresión dolorosa.

Es la única Virgen dolorosa en Sevilla cuyo rostro está realizado en papelón, con un gran valor artístico.

La Virgen lleva manto liso color granate (con proyecto de bordado).

[4]​ Títulos: Se encuentra agregada a las siguientes órdenes, gozando de sus mismas gracias y privilegios: Además, tiene dos capillas musicales dedicadas a la Virgen de Guía y al Cristo de La Lanzada, así como varias saetas dedicadas a los titulares, como "Longinos suelta tu lanza" o "Virgen del Buen Fin", entre otras.

Pintura anónima de Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera, siglo XVII
Misterio de la Sagrada Lanzada de Nuestro Señor Jesucristo y Nuestra Señora de Guía.
Detalle del Santísimo Cristo de la Sagrada Lanzada.
Virgen del Buen Fin.
Altar de cultos dispuesto en la Iglesia de San Martín en honor a Nuestra Señora de la Esperanza Divina Enfermera.