El arqueólogo e ingeniero Eduardo Saavedra situó aquí la antigua Miacum (Miaccum, en otras grafías),[3] una mansio romana que aparece en el Itinerario de Antonino,[4] localizada en algún punto de la calzada que unía Titulcia y Segovia.
[10] Es muy posible que su riqueza agrícola, forestal y cinegética fuese aprovechada por los habitantes de Mayrit.
[12] Entre los citados linajes se encontraba la Casa de los Vargas, que se hizo con varias propiedades en la margen derecha del río Manzanares, cercanas a El Pardo, para anexionarlas a las que ya tenía en Carabanchel.
[22] Por su parte, el monarca también tuvo una implicación directa en el proyecto,[23] que fue más allá de la mera supervisión;[24] participó activamente en su concepto e inspiró su composición típicamente renacentista, como un espacio abierto al mundo exterior, contrapuesto al planteamiento cerrado y recogido de los jardines medievales anteriores.
El de la Higuera era simplemente una alberca y no aparece dibujado, pero sí indicado.
Su realización corrió a cargo del ingeniero y fontanero neerlandés Pietre Jansen, que también se responsabilizó de las canalizaciones necesarias para su abastecimiento.
Durante el reinado de Carlos IV se construyen principalmente avenidas y plazas que unen los distintos edificios del recinto.
En 1860 se construye el puente Alto para la línea ferroviaria Madrid-Irún, que cruza la Casa de Campo.
En el siniestro murió un jornalero, 900 fanegas de superficie fueron arrasadas y 1013 árboles destruidos.
En 1948 la propiedad es cedida a Patrimonio Nacional, aunque el usufructo sigue en poder del Ayuntamiento.
También se habilitó el Centro Entomológico Manuel Ortego, que alberga una colección de 15 000 coleópteros (escarabajos) y lepidópteros (mariposas).
Arrastres posteriores del arroyo de Meaques forman la zona sureste del actual parque, dando lugar a un fértil sustrato donde posteriormente se construirá el Palacio de los Vargas y sus jardines y los actuales viveros.
Para acceder a ellas se expedían permisos a quien lo solicitara, pero en 1860 se canalizó hasta la valla de la posesión real para que el pueblo pudiera disfrutar de sus aguas sin tener que entrar en el recinto real.
A partir de la probable laguna natural antes señalada, se construyó el llamado Estanque Grande, principalmente para almacenar agua.
Las encinas albergan bajo sus ramas, además de la citada retama, otras especies como espino, endrino, escaramujo, romero, tomillo, esparraguera, siempreviva, cantueso o torvisco.
Los álamos, blancos y negros, formaban hace siglos extensas alamedas con árboles de gran altura que proporcionaban sombra, pero hoy en día solo se presentan aislados.
Sin embargo, sí hay varios ejemplares de fresnos en el valle del Meaques.
Las principales aves que podemos encontrar en el parque son: paloma (zurita y torcaz), gorrión, urraca, pico carpintero, pito real, picapinos, estornino negro, cotorra argentina, carbonero, herrerillo, chochín, ruiseñor, oropéndola, verderón, verdecillo, jilguero, pardillo, curruca, mirlo... Entre los fresnos se encuentran abubillas, mochuelos y cárabos y en las riberas de los arroyos, el ánade azulón o real, la gallineta común, el pato cuchara, el porrón común y la focha común, que en años recientes han recibido ejemplares para reforzar las poblaciones del parque.
Entre las aves migratorias que paran momentáneamente en el parque cabe destacar: ánsar común, curruca mosquitera, papamoscas, zorzal, lavandera blanca, gaviota reidora o martín pescador.
Los conejos fueron numerosísimos en siglos pasados, haciéndose cazas de miles de ejemplares para evitar que acabaran con la vegetación del campo, ya que sus depredadores naturales (zorro, turón, jineta y águila imperial ibérica) rara vez se ven por el parque, aunque sí en el cercano monte de El Pardo.
Mención aparte merecen los lepidópteros, que cuentan en el parque con un Centro de Divulgación y Conservación.
Muchos deportistas aficionados usan el parque para correr, practicar ciclismo, tenis, fútbol, senderismo o natación.
En la primera se sitúa el mostrador de información y una exposición sobre la historia del parque.
Están situadas en su mayoría alrededor del lago, como las canchas de tenis, inauguradas en 1969.
Este vanguardista pabellón multiusos se construyó como parte de las instalaciones previstas para la candidatura olímpica Madrid 2012.
Se edificó a partir del estadio al aire libre conocido popularmente como el rockódromo, por celebrarse en su recinto especialmente conciertos de rock.
Aquí podían ser visitados por el público, pero desde hace unos años no se permite debido a la enfermedad de la lengua azul.
En 1773 el arquitecto Francesco Sabatini procedió a su remodelación, alterando sustancialmente su configuración original.
[48] Se trata de unas salas o Lonja del siglo XVI, que estuvieron decoradas con fuentes, esculturas y motivos inspirados en la naturaleza.
Entre estos se incluyen nueve tipos: almendros, membrillos, perales, ciruelos, olivos, nogales, manzanos, moreras e higueras, cuyos troncos están pintados de cal como era tradicional antiguamente.